Blog de Antonio Javier Roldán sobre adolescencia y educación

Capítulo 45


viernes, junio 12th, 2009

 

Mamá, papá, tengo novio

 

Silvia y Manuel se sentían atraídos desde la fiesta de gala del colegio. Manuel le comentó a sus amigos que “la Silvia de segundo curso estaba para mojar pan“, a lo que sus colegas respondieron con una sarta de bromas taberneras de dudoso gusto sobre panes y hogazas, pero ajustadas a la situación hormonal de los protagonistas. Por eso Manuel se atrevió a sacar a Silvia a bailar la canción esa de Ghost -Unchained melody para los que son más aficionados a la música que a los anuncios de perfumes- y una cosa llevo a la otra. Silvia se dejó llevar por la música del momento… Desde hacía unas semanas tenía fichado a Manuel, el larguirucho de tercero, un tío muy mono que se ruborizaba al cruzarse con ella por el pasillo.

Desde el día de autos, ambos habían estado con un tira y afloja sobre si estaban enrollados o no, pero finalmente un viernes quedaron para ir al cine. Hasta aquel día sus cuerpos habían sido los protagonistas de su historia como pareja, pero con el paso del tiempo ambos fueron profundizando en el conocimiento del otro, hasta descubrir que las emociones, la confianza y la intimidad nacían entre beso y beso. Juntos habían recorrido el camino que va desde la atracción física hasta la amistad profunda. Entonces aquellas miradas en la escalera o el encuentro en la gala de las fiestas, fueron quedando lejos en la memoria para dar paso al romanticismo y convertirse en “dos bollitos” -palabras textuales de la mejor amiga de Silvia- que vivían entre suspiros y poemas de amor más o menos plagiados de las canciones que escuchaban.

No muy lejos de ellos, en el mismo patio, Vicente y Patricia llevaban compartiendo su amistad desde que eran dos mocosos que jugaban en el arenal de infantil. Juntos fueron creciendo, viviendo las experiencias que les habían sucedido en el tránsito de la infancia a la adolescencia. Aquellos dos polluelos eran ahora dos pavitos. El desarrollo de la pubertad les había pillado por sorpresa, provocando cierta incomodidad en sus juegos ante un roce inesperado o una mirada furtiva. Tanto Patricia como Vicente intuyeron que algo estaba pasando y la confianza que habían mantenido desde niños facilitó el que un día hablaran de ello y celebraran la buena noticia con un primer beso.

Nuestras dos parejas han alcanzado el amor por dos caminos, distintos, pero paralelos. Para Silvia y Manuel el descubrimiento de sus sentimientos brotó de un primer acercamiento físico para luego profundizar en la afectividad y la emotividad. El caso de Vicente y Patricia puede ser menos frecuente, pero ocurre. Ellos tenían sentadas unas buenas bases en su relación, pero fue el desarrollo de sus cuerpos el que les llevó a ser pareja.

Los cuatro centran ahora su vida en su pareja, dejándose llevar por la pasión, la ilusión y la felicidad. Se trata de una experiencia que les ayudará a conocerse a sí mismos, mejorar su autoestima y educar sus sentimientos de forma armónica al deseo.

Para los padres ver a su hija o hijo emparejado en la adolescencia puede percibirse como una buena noticia, pero también puede ser motivo de preocupaciones:

  • ¿Sufrirá? Es posible, pero nadie dijo que la vida fuera un camino de rosas. Necesita afrontar esa relación, aunque no tenga éxito –ver capítulo 15– , porque supondrá una experiencia que le ayudará en el futuro cuando encuentre a su a una pareja más estable.

  • ¿Será imprudente? Dicho claramente… ¿Tendrá relaciones sexuales? ¿Sabrá afrontarlas? ¿No nos hará abuelos antes de tiempo? La respuesta a todas estas cuestiones está en una adecuada educación afectivo-sexual. No sirve de nada coger a Manuel o a Vicente, sentarles en el salón y decirles eso de “Ahora que tienes pareja, suponemos que sabrás ponerte un preservativo, ¿no?“. La educación debe iniciarse mucho antes, desde la infancia –ver capítulo 33.

  • ¿Hemos criado a una persona promiscua? La juventud de algunos padres transcurrió en un entorno en el que el acercamiento afectivo de ellos y ellas era más complicado, lento y progresivo, pero hoy en día la distancia entre ambos sexos se ha acortado, provocando que encontrar pareja sea mucho más natural para los nuevos adolescentes. Esto trae consigo el que inicien más relaciones -aumentando proporcionalmente los desengaños-. A ojos de los padres esa naturalidad puede parecer promiscuidad, pero no es así. Los adolescentes de hoy en día observan sus relaciones sin trabas culturales o sociales que les hagan esperar a una edad más adulta. En este escenario los adultos debemos ser muy prudentes con nuestras palabras y actitudes porque actualmente todavía se sigue penalizando más a ellas que a ellos, lo cual puede provocar comentarios muy crueles que las chicas no pueden entender. ¿Cómo llama un padre a su hijo si tiene muchas novias? ¡Machote! ¿Cómo llama el mismo padre a su hija si tiene muchos novios? Como este blog lo leen muchos menores, mejor no lo digo…

  • ¿Su pareja será de fiar? Si alguna vez ya hemos hablado de las dudas que siembran algunas amistades de los hijos en los padres, mucho más puede llegar a inquietar un novio o una novia que tiene acceso directo al corazón -y quizás al cuerpo-. Como ya escribí en su momento –ver capítulo 10 -, las críticas y desconfianzas deben centrarse en las actitudes, no en la persona, porque despreciar a la pareja es como despreciar al propio hijo o hija.

 

Cuando llega el final de la adolescencia, la pasión, el deseo y el romanticismo se mantienen, pero ahora dejando sitio a nuevos tesoros que compartir en una relación más madura. Entonces es cuando hay que cogerse de la mano con fuerza, para construir un futuro común en el que las hipotecas, el paro o la distancia -en algunos casos- podrán a prueba a ese castillo con puertas abiertas en que dos corazones laten de forma acompasada descubriendo la gran noticia de la vida: El amor.


Antonio Javier Roldán

Colaboraciones

El diario de Kayleigh 

…Al llegar a la entrada al polideportivo, hemos dudado, nos hemos parado al ver el gentío, pero al final hemos continuado desfilando por el pasillo, unidos por nuestro amor, dándole al mundo la buena noticia que queremos compartir. Doña Isabel me ha sonreído.

Han sido tres horas de baile, risas, de cachondeo en grupo moviéndonos al ritmo de las canciones más horteras y las más molonas. ¡El chanquete ha bailado con Doña Isabel! En ese momento se han disparado todas las cámaras. Saldrán en el “Aquí hay tomate”.

En la última hora han empezado los lentos. Nervios, gritos, confusión y alguna que otra decepción. Yo no he tenido duda. He buscado a Luís entre los chicos de tercero y ha bastado con mirarle para que él me rodeara con su brazo y me acompañara durante unos minutos eternos, que ahora sabría recordar segundo a segundo, instante a instante, sensación a sensación. Me ha susurrado un “te quiero” que me ha recorrido todo el cuerpo. Entonces, mi corazón ha buscado en mi memoria la noche de San Juan que mi madre me contó, he soltado con suavidad el brazo de Luís y le he dicho que me siguiera. Hemos salido de la fiesta en el mejor momento. Él me observaba confundido, sobre todo cuando he empezado a correr en dirección al silencioso patio de los columpios, donde pasan los recreos los alumnos de infantil. Me sentado en el tobogán, viendo las luces de la feria al fondo y la silueta de Luís acercarse hacia mí. Se ha situado a mi lado, en aquel arenal donde empezamos a crecer en el colegio, desde donde se formaron nuestros sentimientos, esperanzas e inquietudes. Allí creo que se pierden las primeras imágenes que guardo de mi existencia.

Me ha mirado con tanta dulzura y pasión que me he estremecido por completo. Cuidadosamente ha acariciado mi mejilla, me ha atraído hacia él y me ha besado con tanta suavidad, que casi no he podido distinguir sus labios de los míos.

Ha sido como llegar a casa después de recorrer todo el camino de la vida.

Puedes descargarte gratis “El diario de Kayleigh”  aquí.

Puedes enviar tus reflexiones, poesías o artículos sobre la adolescencia para que se publiquen en “La pavoteca” enviando un correo electrónico.

 

 

La Pavoteca examina a…

 

Chenoa

Biografía: Wikipedia

Web: Oficial

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

Aproximadamente a los 14 años.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

El ambiente social era raro para mí… Intentaba conciliar la rebeldía propia de una adolescente con la responsabilidad de alguien casi adulto……y reconozco que a veces no lo llevaba muy bien. Mis meteduras de pata eran grandes, y cuando me portaba de forma responsable era demasiado seria. ¡Nunca encontré el equilibrio!

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

En mis tiempos no teníamos móviles ni nada parecido, y lo que estaba a la última en tecnología pertenecía a gente que se lo podía permitir. Yo iba a bares con futbolín, máquinas de tetris, billar, bolos, etc… Vamos, todo lo que hoy en día es considerado un poco “macarra” pero que para nosotros era lo normal, y sobre todo, una manera barata de pasarlo bien. No importaba de dónde vinieras, aunque por supuesto había pandillas bien diferenciadas: Los pijos, los rockers, los heavys… Pero eso sí, nos respetábamos mucho, jeje.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

Mi comunicación con ellos era buena por la simple razón de que en mi casa había una regla muy importante, y es que hablábamos de todo y había mucho diálogo. A veces me agobiaba hablar de según qué temas, pero una vez roto el hielo todo era más fácil. Es algo que hoy en día agradezco mucho.

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

Sí. Recuerdo que tuve épocas de mucha inseguridad y complejos. Pero logré controlarlo y me centré en mi personalidad. Así descubrí -por ejemplo- que para ser sexy a veces basta con una buena conversación.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

Esa es una buena pregunta y seré honesta… A veces me vestía según el chico que me gustara en ese momento, otras customizaba la ropa… y pocas veces seguía la moda. Reconozco sin embargo que cuando salieron Alex y Cristina me puse los calcetines como ella hasta las rodillas, je,je.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

Fui la única chica de clase que asistió con 12 años a un curso de información sexual no obligatorio. Obviamente me gané más de una burla de mis compañeros… ¡Aunque luego todos me preguntaron por el curso!

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

No me basta un día entero para contestarte…. por ponerte solo algunos ejemplos, escuchaba Earth, Wind and Fire, La Guardia, The Carpenters, Beatles, Queen, Aerosmith, La Unión, Mecano… Soy muy nostálgica y de vez en cuando recurro a ellos para recordar viejos tiempos, e incluso para preparar nuevas canciones.

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

¡Por supuesto! Pero ahora sé que la mayoría de las veces en que te sientes incomprendido es porque no te comprendes a ti mismo. Lamentablemente en la adolescencia no contamos con la experiencia suficiente como para llegar a esa conclusión, y acabamos echándole la culpa de todo al mundo. Creo sin embargo que es necesario pasar por ese momento para descubrir tu identidad y afianzar maneras de pensar y formas de ver las cosas. A veces uno descubre que tiene valores que no coinciden con los de los demás, pero también acabas dándote cuenta de que son igual de válidos si a ti te hacen feliz. Por supuesto, siempre y cuando se respeten unas básicas normas de convivencia y respeto por el resto.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

Mis valores se formaron después de mí adolescencia. Los que creía que tenía con 14 años se esfumaron con 16 y éstos se borraron con los 18, jeje. Recuerdo haber tenido mis valores y principios claros a partir de los 23 años aproximadamente. Estos se hicieron reales cuando los pude poner en práctica ante situaciones realmente insoportables de la vida. No todos somos iguales, porque cada uno saca conclusiones diferentes de sus experiencias, buenas y malas. Por eso vemos a personas de 44 años muy inmaduras y chicas o chicos de 16 que tienen las cosas muy claras.

¡Muchas gracias, Chenoa!

 


Materiales recomendados

 

DVD: Krampack

Dani y Nico son dos adolescentes que aprovechan la ausencia de los padres del primero para tomar posesión de la casa en la playa y disfrutar de unos días de vacaciones. La estancia de Nico servirá para que ambos exploren juntos el mundo del sexo y las drogas más asequibles. Durante esa exploración conocerán a dos chicas de su edad con las que inician un filtreo que parece que les servirá para lograr su gran objetivo que es perder la virginidad. Ambos experimentan con la masturbación, a menudo entre ambos, lo cual desemboca en un escenario inesperado en el que surgen dudas razonables sobre su identidad sexual. Mientras Nico parece estar más seguro de su heterosexualidad -mantiene relaciones con una de las chicas-, Dani parece haberse enamorado de su amigo y se plantea su iniciación a la homosexualidad al conocer a un amigo de sus padres que resulta ser gay.

Si este argumento lo coge un director proclive al cine más escabroso, podría haber perpretado una película de mucho cuidado -sin entrar en más suposiciones-… Sin embargo, tanto el director como el guionista y los actores, logran un ambiente de afectividad y ternura que atrapa al espectador con la misma sencillez que otras películas de argumento más lineal.

Junto a la historia de Nico y Dani, resulta muy interesante observar la visión que tienen las dos chicas sobre el sexo, muy alejada de otras generaciones, pero real en el siglo XXI. Ellas buscan experimentar tanto como ellos y parecen haber dejado atrás muchas reglas impuestas por la sociedad. Al espectador le tocará analizar lo que suponen esos cambios.

Por cierto… No es una película para personas homofóbicas. El que avisa no es traidor.

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