Blog de Antonio Javier Roldán sobre adolescencia y educación

El barco Pirata


sábado, abril 26th, 2014

El barco Pirata

La adolescencia… Esa etapa en la que te levantas cada mañana mirando el espejo con ansiedad, intentando adivinar cuál será esta vez la mutación física que provocará tu espanto. ¿Por qué no podemos cambiar de una noche para otra? Te ahorrarías los granos y los sobresaltos, reflexionaba yo a mis quince años. Las chicas al menos tienen su reconocimiento por ser mujer cuando llega la regla, pero ¿y a nosotros quién nos celebra? Además, esto de la adolescencia no lo puedes hablar con nadie. ¿Los adultos? Resulta que ya no eran perfectos y que tenían defectos. ¿Los amigos? Están todavía más gilipollas que yo. Nada, que esto lo tiene que pasar uno bastante solo. Si al menos tuviera un hermano mayor…

Según escribo estas líneas estoy escuchando un disco en directo de Iron Maiden, un grupo de heavy metal que conocí en los ochenta. Siempre cuento que el rock me atrapó por sus letras, pero también por su inconformismo. La música comercial de las radiofórmulas, tan producida y dirigida al éxito efímero, me parecía una forma de seguir el anzuelo tendido por los adultos, aquel colectivo al que estaba condenado a incorporarme en contra de mi voluntad. El rock, sin embargo, era rebelde, barroco en sus melodías y brutal en su imagen. Para colmo ¡molestaba a las mentes “bienpensantes”!

Fue en ese contexto donde encontré “un hermano mayor”. Se llamaba Juan Pablo, pero era conocido en la radio como “El Pirata”. Realizaba su emisión de heavy metal de lunes a viernes, desde la cadena de los obispos, lo que le daba cierto morbo añadido. Te pasabas el día entero aguantando a los profesores, estudiando, enamorándote sin éxito, peleándote con tu cuerpo, intentando comprender el mundo y al llegar la noche se producía el reencuentro con tu alma, con la esencia que latía bajo tus preocupaciones en esa puerta previa al descanso tras la dura jornada, y allí  “El Pirata” te daba una palmadita en la espalda cuando la ciudad se iba a dormir. Y tú, con tu walkman encendido, penetrabas en el mundo de los sueños escuchando a Scorpions, Barón Rojo o Bon Jovi, en aquella vigilia en la que ella sí te hacía caso, los profesores mordían el polvo y tu movías tu inexistente melena al viento subido en un caballo con alas.

Pues resulta que, así a lo tonto, han pasado treinta años… Y ahora compruebas divertido qué hueso crujirá primero o si te ha brotado algun nueva cana, y sonríes al espejo diciéndote que ya estás en la segunda adolescencia, que tu cuerpo está cambiando como antaño, pero que esta vez no para convertirte en joven sanote y lozano. No. Esta nueva etapa es parecida a la de los quince, pero consiste en deshacer el camino.

Lo más sorprendete es que lo llevo bien, incluso con alegría, quizás porque con el paso de los años te das cuenta de lo difícil que es cumplirlos. No me puedo quejar. Así que desayuno, me voy a afeitarme y enciendo la radio para sintonizar a mi hermano mayor, “El Pirata”, que ahora madruga en vez de trasnochar, y me hace que me levante con energía y una sonrisa gracias a “la banda” que le acompaña. Y pensar que en otras emisoras sólo hay noticiarios, la mayoría oficiales de capital público o privado, en los que te cuentan eso de que España va bien, como un tiro hacia el milagro económico a ritmo desbocado.

Lo más curioso es que en los ochenta “El Pirata” me ayudaba a viajar al mundo de los sueños, pero ahora me acompaña a vivir mi sueño cumplido, levantarme cada día feliz junto a mi compañera de vida, e ir a trabajar con mis “pavitos”, que me regalan su energía y su cercanía haciendo que mi profesión sea más bien un “hobby pagado”. Sospecho que a Juan Pablo le pasa como a mí, que realmente acude a la radio a pasárselo bien y sacar unas perras para vivir.

Pero ese será nuestro secreto de familia, “hermano mayor”.



COMENTARIOS: Cuando pongas un comentario el Blog te pide que sumes dos números para que este sea aceptado y evitar el spam. Por ejemplo: Si pone “Por favor añada 10 y 5” entonces hay que escribir 15. Si haces mal la suma te suspende en matemáticas.

Comments are closed.