Blog de Antonio Javier Roldán sobre adolescencia y educación

La Pavoteca


viernes, enero 16th, 2009

 

Drogas (III): La prevención

 

A lo largo de estos primeros meses hemos tratado el tema de las drogas en el Capítulo 12 y en el Capítulo 18. En este post me voy a centrar en la prevención para minimizar el riesgo, ya que, como en cualquier enfermedad, resulta atrevido usar la palabra “evitar”. Para ilustrar este tema contamos con el testimonio de tres familias:

Familia Fulanítez.

  • Sra. Fulanítez: “Al principio cuando llegaba a casa con olor a tabaco y un aliento que te tiraba de espaldas, su padre y yo nos preocupábamos un poquito,  pero siempre hemos pensado que los jóvenes deben disfrutar de esa etapa de su vida de forma autónoma,  porque al fin y al cabo ya son mayores para saber lo que hacen y el beber más de la cuenta forma parte de su cultura. Los pobres angelitos no tienen dinero para pagarse las copas en un pub y necesitan socializarse en la calle. ¿Existe un mejor ocio para los chavales que pasar el sábado en pandilla? Además, mi hijo siempre ha sido un buen niño, son los demás los que le inducen a fumar y beber.

  • Sr. Fulanítez: “Me educaron antes de iniciarse la democracia, por lo cual sé lo que es vivir una adolescencia rodeado de prohibiciones y normas. Mi hijo es afortunado por haber crecido en libertad. No quiero ser un padre dictador, como lo fue el mío conmigo. Yo soy un colega más de mi hijo y él lo sabe. ¡Cuánto envidio a estos adolescentes! Yo no tuve tanta suerte.

 Familia Menganitez.

  • Sr. Menganítez: “Soy fumador desde que tenía pantalón corto y aquí sigo tan sano como cuando era un chaval. No entiendo ese alarmismo de las cajetillas de tabaco, que si fumar mata, que si produce cáncer… Cuando los domingos ponen el partido de fútbol en la tele me suelo servir un pelotazo para acompañar. ¿Tiene algo de malo? ¡Claro que no! Otra cosa sería si me enterara que mi hija está enganchada a las drogas, pero una caladita no hace daño. Entre nosotros… ¿Quién no se ha fumado un porro con los colegas? Cuando yo era más joven que mi hijo, mi padre me llevó a una taberna y me invitó a mi primer cigarro y a un chato de vino. Eso sí, me explicó claramente como evitar coger una cogorza, y el día que llegué a casa más pasado de la cuenta me soltó una bofetada que todavía me resuena en el oído. Cuando mi hija llegó el mes pasado borracha le dije a su madre que la metiera en plena noche en una ducha fría para que aprendiera a controlarse. Hay que saber beber.

  • Sra. Menganítez: “Todavía tengo grabada en la memoria la noche en la que mi Anita llego bebida a casa. La tarde anterior la había sentado en su cuarto, muy ceremoniosamente, y le advertí seriamente sobre las trágicas consecuencias derivadas del consumo de drogas. También le dicté las normas antes de ir a la discoteca esa, para que tuviera claros los conceptos: A las 10 en casa, sin pretextos. Prohibido el alcohol. Nada de tabaco. La minifalda no te la pones y mucho menos la blusa escotada. Me llamarás cada hora. No vayas con la niña esa de 4º, que es una mala compañía… Total, que cuando me llega a las 10:15 con ese olor a vino barato la llevé derechita a la ducha y la senté en la cocina. Aunque se hacía la ausente le solté la mayor bronca que ha recibido en su vida. La vecina me llamó desde la terraza por si pasaba algo. Imagínese el numerito. Por supuesto, el castigo fue el adecuado a su metedura de pata. La dejé sin salir todos los fines de semana hasta final de curso, unos cinco meses… Bueno, he de reconocer que luego lo fui rebajando, pero ya estaba avisada.

Familia Zutanítez. (Nota del entrevistador: La familia Zutanítez ha optado por contestar juntos, ya que es un tema que han hablado hace tiempo y suelen ponerse de acuerdo cuando ejercen la paternidad)

Sr. y Sra. Zutanítez: “Desde que Esteban era un mocoso hemos procurado que tenga el máximo tiempo de ocio con chicos y chicas de su edad. Aunque nunca ha sido un gran deportista, se apuntó a baloncesto. El día que mete una canasta viene con una sonrisa… También está en el grupo de los Scouts y suele salir al campo y trabajar para pagarse la acampada organizando con los colegas el puesto de perritos calientes en las fiestas del cole. A veces compartimos con él momentos de esparcimiento, viendo en familia una película… Cariño, no olvides decirle a este señor que luego solemos hacer un debate sobre la peli. Sí ya se lo digo, tranquilo… Pues eso, vemos películas juntos, salimos al campo, asistimos a sus partidos. Como los adultos nunca podemos ser un colega más -sería patético-, nos gusta abrir nuestra casa para que se traiga a sus amigos a ver la tele, echar partidas a la play o celebrar cumples. Así les prestamos un lugar cómo para que se diviertan y de paso, como no, echamos un vistazo para conocer al personal.

Un día viendo el noticiario salió un informe sobre el consumo de cannabis entre los jóvenes españoles y, aprovechando que estábamos viendo la tele en familia, sacamos el tema. Él ya tenía información sobre los riesgos de las drogas legales, tabaco y alcohol, y de las ilegales, pero creo que agradeció que le escucháramos y que tuviéramos respuestas a sus dudas. En ningún momento quisimos ser apocalípticos, pero sí procuramos abrir un debate sincero sobre el peligro que supone abusar de esas sustancias, especialmente en los más jóvenes. Recuerdo que le dije que no es lo mismo echar un bidón de gasolina a un árbol centenario que a un pinito joven. Se quedó muy pensativo. Pienso que el que no fumemos ni bebamos, salvo una cañita los domingos en el aperitivo -¿por qué no?- pudo dar coherencia a nuestras palabras.

A pesar de nuestros esfuerzos, él sabe que en año nuevo metió la pata. Le dejamos ir a la gala de nochevieja, pero antes pactamos con él las normas. Acordamos entre ambas partes que vendrían todos los chicos de la pandilla juntos de regreso a casa, que no abusaría del alcohol y que si había mal ambiente que nos llamaría. La segunda norma no la cumplió y llegó a casa con los ojos brillantes y la voz pastosa. Estaba claro. Nuestro primer impulso fue montarle una escena allí mismo en el pasillo y castigarle a perpetuidad, pero contamos hasta diez para no dejarnos llevar por el acaloramiento. A la mañana siguiente hablamos con él y le dijimos que había faltado a su compromiso, que él había concensuado unas normas y no había sabido estar a la altura de la confianza que se le había dado. Aunque no nos apetecía escuchar sus excusas, le dejamos que se explicase y que él mismo nos ayudará a poner un castigo reparador de lo ocurrido. No salió de marcha ese mes de enero y un finde se quedó a cargo de la hermanita para que su padre y yo disfrutáramos de una escapadita en un hotel con encanto para compensar el disgusto y el agotamiento mental que supuso su error.

Antonio Javier Roldán

Puedes enviar tus reflexiones, poesías o artículos sobre la adolescencia para que se publiquen en “La pavoteca” enviando un correo electrónico.

 

 

La Pavoteca examina a…

 

Pilar García Muñiz

Biografía: Wikipedia

Web: España Directo

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

En torno a los 15 años.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

Yo creía que formaba parte de una sociedad injusta, desequilibrada, que no medía con el mismo rasero a los chicos y las chicas de esa edad. Me explico. Nosotras teníamos más “obligaciones domésticas” que por ejemplo nuestros hermanos; por supuesto siempre teníamos que llegar a casa mucho antes que ellos; se nos controlaba más y al mismo tiempo también se nos exigía más . Con 15 años yo sólo percibía esa sociedad desigual contra la que me rebelé una y otra vez.

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

Nuestro tiempo era LIBRE, en mayúsculas, porque estábamos permanentemente en la calle. Pero por entonces no se llevaba el botellón. Mi generación era más de hablar y descubrir el mundo sentados en un banco de cualquier parque y comiendo una bolsa de pipas. También hacíamos deporte, aunque aquí los chicos por un lado y las chicas por otro (una muestra más de la desigualdad de la que hablaba antes). De vez en cuando conseguíamos disputar un partido mixto, en el que por supuesto si era de fútbol a nosotras siempre nos ponían bajo los palos.

Otro de los puntos de encuentro eran los billares donde comenzaba a despuntar el “Tetris”. Lo cierto es que no disponíamos de mucho dinero, así que el cine lo dejábamos para ocasiones muy especiales.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

En mi caso fluida porque siempre he hablado mucho. Ahora, había temas tabúes, como por ejemplo el sexo.

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

Sí, pero sin exagerar. Me preocupa más ahora.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

Era una imagen “a la moda”. La que se llevaba entonces imponía hombreras anchas, pantalones pesqueros mostrando los calcetines (mucho mejor si eran de rombos) y el flequillo cardado con mucha laca. Yo me consideraba una chica moderna.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

Sí, en mi instituto. Una charla de educación sexual. Pero nunca de drogas.

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

Escuchaba sobre todo pop rock. Grupos de entonces como Modern Talking, Duran Duran, Spandau Ballet, Depeche Mode, Hombres G, La Guardia, El Norte…Pero por influencia de mi hermano mayor también escuché mucha música española de los 80 (la conocida como Edad de Oro del Pop Español, que aún me fascina) y descubrí además la canción de autor (desde Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, a Sabina, Javier Krahe o Victor Jara).

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

No tuve la sensación de incomprensión. Más o menos me entendía con mi “entorno” aunque tuviéramos nuestras diferencias.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

No, ninguno.

¡Muchas gracias, Pilar!

Materiales recomendados

 

DVD: Juno

Juno es una adolescente de dieciséis años que descubre que está embarazada de su amigo Paulie. Aunque en un principio opta por el aborto, finalmente decide tener el bebé y darlo en adopción. Para ello, con ayuda de su amiga Leah encuentra a una pareja en un anuncio del periódico , Mark y Vanessa, deseosa de tener un hijo. Juno le presenta el problema a su padre y a su madrastra una vez que lo tiene resuelto, reto que la familia acepta como una prueba de madurez e independencia de la joven, dejando claro que dentro de los parámetros de la sensatez será ella la que tome las decisiones.

El padre adoptivo de su futuro bebé, Mark, es músico, como Juno y Paulie, mientras que Vanessa aparece como una mujer conservadora, que ha arrinconado los sueños de formar una banda de éxito de Mark en una habitación apartada de la casa, y cuya única ilusión en la vida parece consistir en ser madre. A Juno no parece caerle muy bien Vanessa hasta que la ve un día en un centro comercial jugando con una niña.

Según transcurre el embarazo, Paulie parece seguir enamorado –fue Juno la que se alejó de él- mientras que la música va actuando como catalizador de una creciente relación entre Mark y Juno. Mientras Vanessa se va ilusionando por el bebé, Mark comienza a ver como la llegada del niño supondrá el portazo final a sus sueños de ser una estrella del rock.

Aunque algunos críticos consideran que esta película tiene como objetivo servir de documento contra el aborto –quizás por el modo algo caricaturizado y subjetivo de mostrar un deprimente centro de interrupción del embarazo-, la verdadera intención de la historia parece ser el abordar el tema de la transición a la edad adulta de Juno y, curiosamente, del propio Mark. Mientras que Juno abandona temporalmente su adolescencia para realizar una dura incursión en la juventud madura, afrontando sus problemas con autonomía y reflexión, regresando a ella una vez terminado todo en una preciosa escena con Paulie, observamos como Mark, desde su edad adulta, continua anclado en esa juventud que ve cada vez más lejana y que la presencia de Juno y de su futuro hijo parecen cerrar definitivamente obligándole formar una familia.

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viernes, enero 9th, 2009

 

El camino hacia el éxito

 

Cuando las notas no son proporcionales al esfuerzo realizado son muchos los adolescentes que sufren en su autoestima el fracaso académico. Los suspensos que llegan tras horas de trabajo e interés provocan una inseguridad en uno mismo que posiblemente se exporte a otros campos de la vida en el futuro. Por eso es tan importante luchar por un objetivo como tener las herramientas necesarias para alcanzarlo. Es verdad que existen multitud de factores que influyen en el aprendizaje, pero uno de los más determinantes se refiere a las técnicas de estudio.

Generalmente el alumno huye de las técnicas de estudio porque estas le quitan tiempo, le imponen unas estrategias nuevas y le hacen ser autocrítico con sus hábitos de siempre. Sin embargo, a la larga le traerán muchas satisfacciones.

La puesta a punto: Los deportistas necesitan entrenarse muchas horas y cuidar su cuerpo. Sería ridículo que jugaran un partido sin haber trabajado antes en el entrenamiento. También el estudiante necesita preparar su cuerpo para el estudio y para afrontar después el examen. No sirve de nada estudiar por la noche si al día siguiente el cuerpo no está descansado. La televisión, el Messenger o los videojuegos no pueden marcar sus horarios de sueño o de cena. Esas distracciones activan su mente antes del descanso, por lo que es mucho más recomendable leer un libro o escuchar algo de música hasta que se duerma. También es importante la alimentación (Ver mis apuntes en http://www.antoniojroldan.es/Alimentacion.pdf). En la adolescencia se necesitan frutas, legumbres y verduras frescas, lácteos, proteínas, dulces (No es mala idea tomar un caramelo antes del un examen), fósforo y magnesio. Suele ser útil buscar algún momento en la semana para hacer deporte para así ayudar a la puesta a punto del cuerpo de cara al desgaste que se sufre en la adolescencia. Eso le ayudará a soportar un día entero de trabajo intelectual y físico. Además, no hay que olvidar que el cuerpo está en plena transformación y necesita del deporte para tener un crecimiento sano y armónico. 

El control ambiental:  El lugar donde se va a estudiar también debe ser adaptado a sus necesidades. Vamos a ver algunos consejos prácticos para mejorarlo:
• Lugar fijo. Cada vez que se cambie de lugar de trabajo se cambia también de ambiente por lo que precisará tiempo para adaptarse y “explorar su nuevo hábitat”. Además, cada estancia tiene una actividad asociada. Por ejemplo, si el salón es para ver la tele y cenar, le será difícil concentrarse estudiando en él.
• Temperatura. Ni frío ni calor, entre 18º y 20º grados.
• Ruidos. Hay que evitar los ruidos y las distracciones, como móviles, televisión, música, pósters, revistas o hermanitos pequeños jugando cerca.
• Interrupciones. Es aconsejable que esté solo y que no se le interrumpa dentro de lo posible.
• Luz. Lo ideal para el estudio es la luz natural. Al usar luz artificial hay que evitar los tubos fluorescentes y usar un flexo, con una bombilla de al menos 60W, acompañado por la luz ambiental de la propia habitación. Si es diestro, el flexo a la izquierda, y si es zurdo, a la derecha, para evitar sombras.
• Postura. La espalda apoyada en la silla. La distancia de los ojos a unos 30-40 cm del libro. La silla debe ser cómoda, pero no demasiado para no quedarse dormido. Puede ser una buena idea colocar un atril para los libros.
• Paseos. Antes de sentarse a la mesa que planifique todo lo que va a necesitar, para así evitar “paseos” innecesarios.
• Mesa. Hay que procurar que la mesa esté ordenada y que disponga de una superficie amplia, evitando objetos que le distraigan como un ordenador conectado, el móvil o algunos juguetitos.

La planificación: Cada alumno tiene unos condicionantes que marcan su día a día, como actividades extraescolares, hábitos familiares o distancia del colegio a casa. Por eso necesita realizar una planificación que cumpla las siguientes características:
• Motivante. Establecer unos objetivos realistas a corto plazo, aún sabiendo que los más importantes son los que alcanzará en el futuro.
• Realista. Necesita dormir, comer y disponer de un mínimo de ocio para no quemarse.
• Escrita y pública. Cuando termine su planificación puede colocarla en un lugar visible para implicar a toda la familia.
• Personal. Las capacidades de cada estudiante son distintas, así como sus circunstancias.
• Ajustada. Necesita un espacio de ocio y descanso. El descanso supondrá un premio con el que recompensar el esfuerzo hecho, convirtiéndolo en un instante muy reconfortante para su autoestima.

La estrategia: Cuando un entrenador de baloncesto prepara un partido muy importante, analiza al equipo rival, el estado de sus jugadores, la cancha donde se llevará a cabo e incluso la hora. Necesita maximizar sus posibilidades para lograr la victoria. ¿Cómo afrontaría el partido?
• La charla técnica. Todo lo que hemos dicho hasta ahora ha consistido en preparar sobre el papel el partido que el alumno va a jugar. Si esa labor se la ha tomado en serio es muy posible que las cosas funciones sobre la cancha de juego.
• El calentamiento. Para realizar un buen calentamiento comienza con las tareas de dificultad o satisfacción media. Ni muy fáciles (no se calienta) ni muy complicadas (puede cansarse antes de tiempo). También es un buen momento para repasar lo estudiado en días anteriores.
• Primer cuarto. Se empieza con ganas y concentración para evitar una temprana desventaja en el marcador y venirse abajo moralmente. Colocará las tareas que requieran concentración y poco tiempo, porque así pondrá a trabajar a su cerebro a buen ritmo y se animará al ver objetivos cumplidos.
• Segundo cuarto. Es importante irse al descanso con ventaja. Necesitamos triples y una buena defensa. Va introduciendo tareas difíciles y menos agradables.
• Descanso. Empieza el descanso reponiendo fuerzas con fruta y dulces, para que el cerebro se recupere. Puede darse un paseo por el vestuario –pasillo de casa- para estirar las piernas. Según va finalizando este descanso hay que hacer algunos ajustes en la pizarra táctica para corregir la estrategia.
• Tercer cuarto. El partido entra en la fase más dura. Afrontará tareas menos gratificantes y más complicadas para su perfil de estudiante.
• Último cuarto. Está cansado, mental y físicamente. Hay que asegurar los puntos y evitar las pérdidas de balón. Es el momento de las tareas más sencillas y divertidas.
• Final del partido. Es hora de hacer balance, preparar el partido del día siguiente y recuperarse con una buena cena y un largo sueño.

El examen: Muchos alumnos fracasan en el examen debido a la ansiedad, a un mala planificación o a un estudio superficial. Ahora toca comprobar si el esfuerzo ha valido la pena. Vamos a ver algunos consejos para rendir bien en el examen.
• Información. Hay que tener muy claro qué temas entran en el examen y la forma en la que van a ser evaluados.
• Preparación. Lectura, subrayado y esquemas.
• Tiempo. Usará el reloj para controlarse. Un buen truco es dividir el tiempo del que se dispone entre la puntuación total del examen. Por ejemplo: Un examen de 55 minutos sobre 10 puntos significaría que tiene 5 minutos por punto y otros 5 extra para el repaso final.
• Planificación. No es malo perder un minuto al principio en leer todas las preguntas del examen. Comenzará por las preguntas que más domine y dentro de esa categoría por las que más puntúan.
• Esquema. Si la pregunta es de desarrollo, queda muy elegante dibujar un esquema sobre lo que va a hablar. Esto impresiona al profesor porque muestra claridad de ideas y además facilita su corrección.
• Disparates. No es bueno dejar preguntas en blanco, porque da la sensación de no haber estudiado la materia. Por otro lado, es aconsejable evitar los disparates que puedan penalizar.
• Repaso. Los últimos minutos son buenos para repasar y buscar faltas de ortografía.
• Presentación. Salvo indicación expresa del profesor, se escribe con negro o azul, evitando otros colores –especialmente el rojo y el lápiz-. Por supuesto, nada de tippex. Si se equivoca, que no dibuje un borrón como si estuviera ocultando las pruebas de un crimen.
 

Existen otros aspectos a tener en cuenta, como la memoria, el estudio de un texto, el autoregistro o el tiempo, pero que por su extensión he dejado fuera de este post. Si deseas ampliar este artículo puedes consultar los apuntes completos de “Técnicas de estudio” que les entrego a mis alumnos.

Antonio Javier Roldán

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La Pavoteca examina a…

 

Eva Arguiñano

Biografía: Oficial

Web: “Hoy cocinas tú”

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

Tengo el vago recuerdo de que fue en torno a los once años cuando comencé a cuestionarme muchas cosas y a tener los primeros enfrentamientos con mis padres. Ya no eran intocables y les empezaba a juzgar como padres y como personas.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

La veía falsa, llena de intereses, críticas… Todo aquello o aquel que se alejaba de lo aprendido en mi núcleo familiar despertaba mi curiosidad.

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

Había un club de recreo cerca de mi casa donde tenían mesas de billar, futbolines y las entonces modernas máquinas de petacos. Debo confesar que en estas era bastante buena y solía jugar a menudo. Cuando me cansaba de jugar y en la máquina me sobraban partidas, las vendía a mitad de precio. El resto de tiempo creo que estaba en Babia.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

Tengo la sensación de que estaba siempre a la defensiva, respondía a todo lo que me decían. No estaba a gusto con casi ningún adulto y me sentía juzgada continuamente.

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

Sí. No entendía el cambio de mi cuerpo y no me gustó nada que me creciera el pecho. En clase había dos hermanas gemelas a las que les salió el pecho antes que a mí, y me parecía horrible. Además me veía muy delgada, no me gustaban ni mis ojos, ni mi nariz, ni mis orejas.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

Podía salir de casa con la ropa que sabía que le gustaba a mi madre y al rato ponerme una cazadora de mi hermano que me quedaba grandísima. Pero también recuerdo haber ido vestida tipo Lolita y muy maquillada. Supongo que probaba todos los tipos.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

De prevención de drogas no, pero sí de clases de sexualidad que nos daba un cura. Cada vez que me acuerdo de algo de lo que dijo, pienso que es increíble lo normal que he salido.

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

Pink Floyd, Van Morrison, Rollings, Ángeles del Infierno, Eagles, Frank Zappa… Oía Radio 3, “ la mejor del mundo”. De vez en cuando los escucho con mucho gusto.

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

Sentía que mis padres y yo hablábamos idiomas distintos, la incomprensión era mutua. Hoy creo que sufrieron mucho conmigo y que tuvieron mucha paciencia . Y es algo que agradezco.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

No. Creo que para cuando llegué a la adolescencia, ya tenía una serie de principios asentados. Me enojaba la injusticia, me emocionaba con mi familia, aunque no se lo demostrase a ellos, me alegraba con los amigos y ellos me hacían sentirme fuerte. Y hoy en día sigo igual, pero no pretendo cambiar el mundo en cinco minutos. Creo que la paciencia es una virtud que se gana con el tiempo, ser paciente no significa tirar la toalla.

¡Muchas gracias, Eva!

Materiales recomendados

 

Web: anaymia.com

El Mundo de Ana y Mía es una Web iniciativa de la organización de protección de la infancia Protégeles, como respuesta a los resultados obtenidos en el estudio sobre la “Apología de la Anorexia y la Bulimia en Internet”, realizado por esta organización y publicado por el Defensor del Menor.

Se abre con una frase muy esclarecedora sobre los contenidos de las webs que animan a caer en los trastornos de alimentación: “Nadie dijo nunca que fuera fácil llegar a ser una princesa”. Esas princesas que se nombran en la introducción han caído en la anorexia (Ana) y la bulimia (Mía).

Un aspecto muy interesante de la web es que copia la imagen y la organización de las páginas pro-anorexia y pro-bulimia, con la diferencia de que en “anaymia” se ofrece información veraz y contrastada sobre estas enfermedades, las dietas, los trucos y sus consecuencias. El objetivo es denunciar las falsedades que se encuentran en esas páginas donde los/las enfermos/as encuentran comunidades y pistas para reforzar su comportamiento.

Desde el menú principal accedemos a las dietas, autoagresiones, tips (los llamados “trucos para inspirarse”), medicamentos y adelgazantes. También existen entradas para padres y educadores (para detectar la enfermedad y actuar), así como a las instituciones que la patrocinan.

Pienso que todos los adultos que estamos cerca de adolescentes deberíamos visitar a fondo esta página para aproximarnos a un mundo que a menudo permanece oculto hasta que la enfermedad se hace visible.


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sábado, enero 3rd, 2009

 

Me gustaría ser como él

 

Ya hemos comentado en otras ocasiones (Capítulos 2 y 16) el papel que tienen los límites del adolescente como frontera para poder explorar el mundo adulto bajo la atenta mirada de los mayores. Sin embargo, esa búsqueda no sólo se dirige a descubrir esa sociedad que está esperando ahí fuera, sino que realmente se trata de una inmersión en la propia personalidad, una aventura para conocerse a sí mismo a través del ensayo y del error. A veces, en el mundo supuestamente maduro, asociamos la palabra error a fracaso o a falta de competencia, sin recordar que el aprendizaje a veces nace a partir de él. Cuando en mis clases de matemáticas corregimos una actividad en la pizarra suelo preguntar a mis alumnos cuántos de ellos la han resuelto correctamente, pero también les pido que digan en público los errores cometidos, porque así los tendrán presentes en el futuro.

A veces, cuando el joven se adentra en esa búsqueda personal y no le agrada lo que ve, o percibe que tras la imagen del espejo se encuentra una espesura difícil de atravesar, busca modelos conocidos que le parezcan más seguros que ponerse a prueba. Dichas personas son como un disfraz que usa para sentirse más cómodo y realizar el viaje en compañía de ellas. Si esos modelos de comportamiento tienen éxito social y parecen dirigir su vida con maestría, la experiencia de seguir sus pasos será similar a encontrar el mapa de un oasis en medio del desierto.

Durante estas semanas en “La Pavoteca”, diversas personalidades procedentes del mundo de la cultura, el deporte o los medios de comunicación, nos han contado con sencillez su experiencia en la adolescencia para que fuera de utilidad a mis alumnos. El objetivo de esta experiencia es demostrarles, a los que se miran en ellos, que esos rostros conocidos tuvieron una edad del pavo con todas sus letras y similar a la de cualquier adolescente. Si ellos han logrado gran parte de sus sueños publicando en periódicos o editoriales, bailando en los grandes escenarios o cantando ante miles de personas, es señal de que, aunque la imagen del espejo nos parezca distorsionada en el abandono de la infancia, al final la historia puede acabar bien si perseveramos en nuestras ilusiones con una gran dosis de esfuerzo. Ese es el gran regalo que Forges, Miguel Ríos, Rosa Montero, Luís del Val, Mercedes Milá, José Manuel Calderón, Javier Urra, José Luís Alonso de Santos, Guillermo Fesser, Ángel Nieto, Marwan, Pablo Motos, José Andrea, Victorio&Lucchino, Víctor Ullate, Rosa Regás, Manuel Toharia, Joaquín Leguina, Tamara Rojo, José Ramón Lucas, Manel Fontdevila o Natalia Verbeke (hay más invitados esperando para futuros capítulos) me han hecho para este blog. A todos ellos les reconozco una enorme inteligencia emocional para comprender su papel en esta historia y, por supuesto, una gran disponibilidad y generosidad para asomarse a este pequeño proyecto.

 

Las personas en las que se busca una identificación pueden ser más o menos célebres, pero también pueden proceder del entorno próximo, como un pariente mayor, un profesor o un compañero de un curso superior. No importa que a esas edades se huya de los adultos como regla, si la persona admirada es un reflejo de lo que se quiere llegar a ser. Por eso los profesores o cualquier adulto que trabaja con jóvenes, necesitamos ser extremadamente cuidadosos con los tesoros que a menudo nos dejan en forma de depósito esos corazones que buscan referencias para guiarse. Secretos, anhelos, preocupaciones, tristezas o esperanzas, pasan a nuestro lado de forma casi temblorosa, y debemos darles cobijo con responsabilidad y coherencia, aunque seamos estaciones de paso en el camino de huida de la familia que finalmente lleva de regreso al punto de partida en un hermoso círculo: Papá, mamá me alejo de vosotros para encontraros de nuevo.

En estos días de Navidad vemos en el noticiario como esas mismas personas que contaban su adolescencia en este espacio, firman autógrafos con paciencia infinita, visitan hospitales o dan muestra pública de su solidaridad, quizás sin imaginarse que están actuando como educadores y que forman parte de ese círculo de iniciación que comentaba antes.

A veces el adolescente sólo se fija en ellos para cogerles prestado el papel de ganador, porque en su día a día los estudios van mal, hay problemas personales o en casa y en el sorteo de la vida lleva pocas papeletas. ¡Hemos ganado la Copa de Europa! Pero si tú no jugabas… Ya, pero es mi equipo. En ese caso los rasgos humanos de la persona admirada pueden pasar a un segundo plano. Por eso se agradece tanto que los deportistas que triunfan minimicen su hazaña en comparación a los valores como el esfuerzo, la generosidad, el espíritu de equipo.

También es importante que todos los adultos del entorno de estos jóvenes, profesores y familias incluidos, prediquemos con el ejemplo llevando a la práctica nuestras palabras. No fumes, no bebas, trabaja, sé tolerante, haz deporte, lee más, no seas materialista. Ser padre, madre, educador u orientador nos obliga a chequear nuestra personalidad y comportamiento casi a diario, porque debemos ser un ejemplo de coherencia para que nuestra labor dé sus frutos.

Decía el cantautor Marwan en su “Examen de La Pavoteca“, que al llegar a los 16 o 17 años “comencé a darle una gran importancia a los valores sociales, al compañerismo, a la solidaridad, a la empatía. A mi alrededor veía mucha falta de compañerismo, de amistad verdadera y a mi me afectaba mucho y se empezó a forjar en mi esa búsqueda“. Así que ahora me hago una pregunta. Si el adolescente se encuentra sumergido en esa maravillosa búsqueda que recordaba Marwan, recorriendo un círculo que le llevará de vuelta a casa con las alforjas bien repletas, ¿no somos los adultos los que a veces necesitamos seguir el modelo del adolescente para refrescar nuestra acomodada existencia?

Antonio Javier Roldán

Colaboraciones

Meninos da rua

Naciste sobre un sucio trapo en tu casa, una favela de Brasil
Naciste con la cruz del pobre a la espalda, con un cartón como cojín
Naciste y te bautizaron con hambre y te apellidaron miseria
Naciste y estrenaste vida sin padre, naciste esa fue tu sentencia

 Creciste viviendo la droga en la plaza, el pegamento no dio tregua
Creciste descalzo aunque era en el alma donde te salían las durezas
Creciste sin más profesor que la calle, sin más ley que la de la fuerza
Creciste y te quedó tres tallas grande lo que sucedía en la acera
Tus sueños tenían forma de balón
Vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón
Niño vagabundo es carne de cañón, Meninos da rua

 Tus sueños tenían forma de balón
Vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón
Niño vagabundo es carne de cañón, Meninos da rua
Meninos da rua

 Viviste teniendo sólo una alegría, el mundial que ganó Brasil
Viviste creyendo que el destino en la vida sólo consistía en morir
Viviste con la palabra precintada, no te fiabas ni de ti
Viviste no dejando que te pisaran, golpeaste por no recibir

 Tus sueños tenían forma de balón
Vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón
Niño vagabundo es carne de cañón, Meninos da rua

 Tus sueños tenían forma de balón
Vigila tus pasos pues vendrá el escuadrón
Niño vagabundo es carne de cañón, Meninos da rua
Meninos da rua

 Moriste a esa hora en que los gallos hacían de despertador
Moriste y en el suelo dejaste un charco de sangre que a nadie importó
Moriste como un niño viejo que andaba jugando a nada y perdió
Moriste y nadie te echó en falta porque otro menino nació

 Tus sueños tenían forma de balón
Pero se pincho el día en que llegó el escuadrón
Niño vagabundo fue carne de cañón, Meninos da rua

 Tus sueños tenían forma de balón
Pero se pincho el día en que llegó el escuadrón
Niño vagabundo fue carne de cañón, Meninos da rua
Meninos da rua

 Naceu em um pano sujo na sua casa numa favela do Brasil
Naceu com a cruz dos pobres nas costas, com um papelâo como berço
Naceu e te batizarâo com fome e teu sobre nome miseria
Naceu e estranhou uma vida sem pai, naceu essa foi sua sentença

 Teus sonhos tinhamde forma de balâo.
Mais furo o dia que chegou o escadrao.
Menino vagabundo foi carne de pistola, meninos de rua

 Tus sueños tenían forma de balón
Pero se pincho el día en que llegó el escuadrón
Niño vagabundo fue carne de cañón, Meninos da rua

Marwan

Puedes enviar tus reflexiones, poesías o artículos sobre la adolescencia para que se publiquen en “La pavoteca” enviando un correo electrónico.

 

La Pavoteca examina a…

 

Natalia Verbeke

Biografía: Wikipedia

Web: Oficial

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

Creo que fue a los 11 años.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

Fue una época muy rara para mí ya que cambié de país, de Argentina a España, y a pesar de hablar el mismo idioma la gente era distinta, sobre todo bajo la mirada triste de una niña que había tenido que dejar todos sus afectos a 14000 kilometros. Pero había un poco de todo, gente con dinero, sin dinero, buenos, malos…

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

Era, y soy, una apasionada de la lectura, ¡devoro los libros! ¡Me encanta leer! También hacía ballet, tres horas al día, cuando salía de clase.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

Muy buena la verdad, con mis padres he podido hablar siempre de todo lo que me preocupaba, además, debido al ballet, siempre me he movido en un mundo de adultos.

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

Lo normal, siempre he sido muy coqueta y me encantaba maquillarme y hacerme peinados divertidos, ahora no tanto porque forma parte de mi trabajo y a veces se convierte en una obligación.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

¡Un cuadro! Siempre me ha gustado mucho la moda, así que me ponía aquello que se llevaba aunque estuviera un poco ridícula, ¡la verdad! Esos Levi´s blancos con un polo eran un despropósito. Luego pasé a mi etapa gótica y más tarde al “neo-hippie”.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

No es que se sentaran y me explicaran absolutamente todo pero, como he comentado antes, ningún tema ha sido tabú en mi casa por lo tanto cualquier pregunta era sabiamente contestada.

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

El grupo que ha marcado mi vida ha sido U2 y por supuesto que ¡sigo siendo fan! Madonna también ha estado ahí y sigue, también escuchaba mucho jazz, ¡me encanta!

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

Muchísimas veces, es algo natural en la adolescencia.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

Tengo una mentalidad mucho más abierta que antes y no juzgo tanto las cosas. Soy mucho más tolerante.

¡Muchas gracias, Natalia!

Materiales recomendados

 

Libro: Carta a un adolescente

El objetivo de este libro del psiquiatra italiano Vittorino Andreoli es servir de ayuda para afrontar los problemas que pueden aparecer en la adolescencia. Según él mismo dice  “Es una carta para adolescentes que los padres y madres no pueden dejar de leer, porque de este modo descubrirán cuáles son las verdaderas necesidades de esta edad, que a menudo no comprenden o interpretan de manera errónea”.

En el libro se habla de las emociones y sentimientos como “antídoto a todas las inseguridades y miedos de la adolescencia”, el vínculo emocional entre padres e hijos, la autonomía, el cuerpo y las drogas.

Como en cualquier carta, siempre encontraremos pasajes más impregnados por las creencias del autor. A mí personalmente me ha gustado mucho el concepto del tiempo para el adolescente, su papel en la sociedad, la importancia del grupo y la llegada del amor.


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viernes, diciembre 26th, 2008

 

El primer amor

 

Jaime se encontraba feliz y realizado, rebozado en arena de playa para preparar los cimientos de la que sería una fortaleza infernal a prueba de olas, tumularios o cualquier otro tipo de bestia no identificada. El ejército de elfos y humanos, en alianza con … (¡PLOP!) Jaime, cariño, ven un momento. ¿Qué quieres mamá? Jaime otea el peligro, porque vislumbra a sus padres entre las sombrillas con unos amigos y una niña. Está claro, toca exhibición genética por parte de sus progenitores, y él de barro hasta las cejas. Pues vale, ellos se lo han buscado por interrumpirle. Van a enseñar al mundo al inigualable hombre-croqueta. ¡Voooy!

Mientras Jaime se acerca al grupo va dejando un rastro chorreante de barrillo achocolatado que se va solidificando en contacto con la arena caliente. ¡Hijo! Pero mira como vienes… Es que… Mira este es el compañero de tu padre, Don Felipe… Así que ese era el tan nombrado Felipe, el tipo ese del banco de su padre que se pasa el día hablando de fútbol y al que trasladaron a Barcelona. Claro, y la señora del traje de baño de Gata Ruiz-Nosequé es su esposa. ¡Qué pinta! Y la que está con ellos debe ser su hija. ¡Joder con la niña! Está como un queso. Mientras los adultos continúan con su rito social, Jaime regresa al tajo. Su breve ausencia ha provocado que el pie gigante del Señor Oscuro haya derribado uno de los muros. ¡Cago en…! Con lo bien que estaba quedando. Entonces escucha la voz de Arwen a sus espaldas: ¿Qué haces? Se vuelve rápidamente y se topa con Laura, la niña de D. Felipe, la que estaba de buen ver. Pues nada, ¿no lo ves? Un castillo. La niña observa perpleja como el barro se enrosca en el escaso vello de las piernas de Jaime. Me voy a bañar, ¿te vienes? Total, piensa Jaime, la fortaleza se está desmoronando y pronto tendrá que lavarse para volver al hotel. Así que asiente con desgana y se va con la medio Elfa.

Laura se maneja cual sirena por el agua, mientras él se parece más a una marsopa. Apenas intercambian palabra. Tras diez minutos de chapoteo y una propuesta de carrera que Jaime desestima viendo las habilidades natatorias de su contrincante, regresan con los padres, que ya preparan la recogida. Antes de separarse las dos familias, Laura le dice a Jaime que por qué no sale un día con su pandilla, que ella lleva varios veranos por la zona y tiene hecho su grupo. Jaime piensa que ni de coña, que está muy tranquilo en su mundo de fantasía ajeno al mundanal ruido, por lo que se prepara para darle una disculpa cortés del tipo “ando muy liado, nena“, “tengo la agenda hasta arriba, prueba la semana que viene” o “no salgo con mujeres fatales“. Pero antes de que pueda responder, Laura realiza un requiebro de pestañas mientras insiste con una sonrisa “Anda, por favooooor“. Entonces alguna débil neurona de Jaime transporta un “vale” al aparato fonador, quizás de parte de otro aparato más remoto. ¿He dicho “vale”? No es posible. La niña se aleja con sus padres mientras le dice al perplejo muchacho que ya le llamará.

Los días pasan tranquilos para Jaime. Hay Olimpiadas en la tele, no tiene nada que estudiar y sus fortalezas van mejorando día a día. Pero una tarde suena el teléfono. Jaime, es para ti. ¿Para él? Será Gustavito, que quedó en llamarle cuando llegara al pueblo. ¿Diga? ¡Hola Jaime! Soy Laura. ¡Alarma! ¡Es ella! ¡Ha cumplido su palabra! ¿Estás ahí, Jaime? Sí (gallo). ¡Ejem! ¡Sí! ¡Qué bien! Oye, ¿tienes planes para esta tarde? Es que he quedado con la pandilla para irnos al parque. ¿Planes? ¿Planes dices? Piensa Jaime, piensa. Estoooo… Tenía que acompañar a mi madre al mercado. ¡Oh cruel destino! La madre de Jaime pasa tras él llevando unas toallas al dormitorio y grita sin disimulo que “No hace falta que me acompañes, cariño. Vete a jugar con tus amigos“. Está atrapado, lo sabe. La neurona del otro día aprovecha para meter baza y obligarle a preguntarle a Laura por la hora. Te recogemos a eso de las siete. ¿Te viene bien? Sí claro. Ya no hay marcha atrás. Se jura a sí mismo que la próxima vez que su madre le pida ayuda con el carrito de la compra, va ir con ella Rita la Cantaora.

Siete de la tarde. Jaime está sentado en la recepción del hotel con sus mejores galas, repeinadito con un toque de gomina para ponerse el flequillo de punta. Por la puerta entra un maromo mayor que él con un skate en la mano y pinta de graffitero. ¡Oye colega! ¿Te llamas Jaime? Sí -gallo-. Yo soy Pablo, me envía Laura. Es que se iba a retrasar y me ha pedido que fuera a buscarte. Hemos quedado ya en el parque. ¡Ah! Pues muy bien. ¿No llevas skate? Pues habrá que ir andando. Lo siento, tío. De camino al parque el chico saca un pitillo se lo ofrece a Jaime. No, gracias no fumo. Tú mismo.

Sentados en un banco hay más chicos como el del hotel y unas pocas chicas, entre ellas Laura, que a ojos de Jaime sigue estando como un queso, como en la playa, pero algo más curadito con la ropa puesta. Se inician las presentaciones. Sus compañeros de género calibran su potencial sex-appeal y posibilidades ante las chicas y, por aquello de marcar territorio, ni se molestan en hacerle sitio. Las chicas cuchichean entre risitas mientras le observan de arriba a abajo.  Jaime recuerda lo  que decía ET: “Mi caaaasa“. Los cigarrillos se mueven con agilidad de mano en mano y una litrona de cerveza es chupeteada con deleitación por el del skate. No gracias, insiste Jaime.

Cuando la botella se queda vacía, uno de los miembros masculinos de la manada, con los ojos brillantes, propone jugar a “La botella”. Jaime no tiene ni idea de lo que va el rollo, pero parece que la propuesta tiene éxito. Se van todos al césped y forman un corro. El ideólogo hace girar la botella y esta apunta a un rubiales con pinta de ser el gracioso oficial de la tribu. El imputado recibe la orden de acercarse a unos ancianos, que pasean tan ufanos, para preguntarles si saben donde hay una farmacia para comprar un preservativo. Los pobres ancianos se alejan a toda prisa murmurando no sé qué de juventud enferma. El rubio regresa al corro partiéndose la caja y hace girar de nuevo la botella. Como le toque a él va a salir por patas de allí. La desafortuanda resulta ser Laura. El asusta ancianos medita la prueba que le va a poner a la chica mientras la mira, como calibrando sus posibilidades, y le dice que le dé un beso al chico que más le gusta. Parecía tonto el nene. Seguro que intuye que él va a ser el elegido. Los machirulis empiezan a emitir un sonido gutural, similar al de los monos en celo, mientras que el rubio se acicala cómicamente. Laura se levanta muy sonriente, pasa tras el anhelante Romeo, al que estampa una colleja y se sitúa junto a Jaime, el cual miraba al suelo trazando un plan de huida. ¡Smuac! Laura estampa un sonoro beso en la mejilla de nuestro aventurero. 

La tarde comienza a transcurrir entre neblinas. Nada importa. Nada es amenazante. Nada tiene color. Sólo ella brilla en la luz anaranjada del atardecer. Las fortalezas de arena son castillos de Walt Disney, el olor a tabaco es eclipsado por la tenue esencia de mandarina de la cabeza de Laura y cada minuto transcurrido para Jaime es una canción de amor. Llegada la noche regresan a los hoteles y por el camino comienza a hablar con ella. ¡Qué voz! ¡Qué simpatía! ¡Qué inteligencia! ¡Y… sigue estando como un queso!

Durante los próximos días del verano, Jaime sólo vivirá para ella. Las fortalezas de días anteriores serán sólo recuerdos que se llevó el agua. Ni siquiera la Olimpiada logrará sacar a su amada del pensamiento. La jornada diaria transcurrirá como un preámbulo para la hora mágica de las siete y la noche se convertirá en mundo mágico en el que poder soñar con ella. Los padres de Jaime le observan con curiosidad. No come como antes, no se entusiasma con el deporte, se queda mirando al mar en silencio y ha dejado de jugar como un crío. ¡Ay que este se nos ha enamorado!

El último día del verano, Laura y Jaime se alejarán corriendo de la pandilla y se sentarán frente al mar. Saben que es el último día en el que estarán juntos antes de que cada uno se vaya a su ciudad. Observan la inmensa oscuridad que se muestra frente a ellos, como único testigo del desaliento que les invade. ¿Puede existir alguien más triste que nosotros? Se besan con cuidado y fijan sus ojos en las estrellas pidiendo deseos imposibles. Jaime sabe que en su vida habrá un antes y un después. Ya no importará la distancia, ni los malentendidos en el Messenger, ni la evolución de la adolescencia que les hará ser dos extraños el próximo verano. Lo realmente sorprendente es que ella le ha sacado de su infancia con un beso y que alrededor de ese momento él construirá una fortaleza en su memoria a donde regresar los días de invierno en los años venideros.

Si quieres leer una historia sobre el primer amor, puedes descargarte esta novela corta: “Una nariz en mi oreja

 

Antonio Javier Roldán

 

Colaboraciones

“Recuerdo” Ismael Serrano

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La Pavoteca examina a…

 

Manel Fontdevila

Biografía: Wikipedia

Blog: Público

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

¿A los trece años? Por ponerle una fecha, digamos, emblemática, la cosa empezó con un repaso a un Interviú con fotos de Bárbara Rey más en profundidad de lo habitual.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

La sociedad y yo andábamos por distintos caminos: ella no tenía nada que ofrecerme y yo no iba a aceptar nada de lo que me ofreciera. O sea que había un cierto orden en el caos, ja ja. La sensación era de que había que cambiarlo todo. Casi nada.

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

En dibujar, leer y escuchar música. Lo de perseguir a las chicas hasta el ridículo, en cambio, se podría considerar que era mi actividad profesional.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

Tuve la suerte de que en mi casa había un buen ambiente, e incluso creo que podría haber hablado de mis padres de cualquier cosa… de no ser, claro, porque estaba convencido de que no estaban preparados para entenderme. Supongo que tuve varios momentos francamente insoportables; tiemblo cuando veo a mis hijos crecer y acercarse a esa gran edad…

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

Pues… lo justo. Cuando uno ya asumía que era del grupo de los simpáticos, oye, ¿para qué sufrir? Por lo demás, soy de una época en que con unos vaqueros y una camiseta uno ya iba hecho un pincel para toda la temporada.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

Lo dicho, camiseta, vaqueros y no mucho más. Unas Converse, que entonces se llamaban John Smith. Y algún complemento de gran reafirmación personal: unas chapas, por ejemplo.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

Toda la información que se nos daba sobre drogas se limitaba a esa campaña de Maradona: “disfrutá de la vida, y si te ofresen drogas, di no”. Lo demás nos lo hicimos entre los amigos y, no podía ser de otra manera, a unos les ha ido mejor y a otros peor. Entre los que les fue peor, por cierto, a Maradona.

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

Por no ponerme muy pesado, lo dejo con que el “London Calling” de The Clash fue el disco que me puso la cabeza del revés, aunque cuando lo oí ya llevaba una temporada militando en lo de ser adolescente. Pero vaya, de lo de antes ni me acuerdo. Aún lo escucho de vez en cuando, por qué no.

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

Buh! Por poner un ejemplo, yo tenía claro que en el instituto adocenaban a la gente y que nada de lo que allí se enseñaba tenía ningún interés para mi, ay señor, clarividencia. Por el contrario, el claustro de profesores insistía en que repitiera e incluso tripitiera algún curso… ¡me estaban cortando las alas! Y en fin, así con casi todo, ja ja.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

Supongo que todo el intríngulis de la época viene de, precisamente, intentar sustituir cualquier valor o principio aprendido hasta entonces por otros de elaboración propia mucho más adecuados al momento. De entrada, se daba un gran valor a la amistad y a una cierta “autenticidad” en la vida y en las relaciones. Luego, conforme las cosas se iban complicando, uno se volvía loco adaptando su código ético a cualquier necesidad. Bueno, y resumiendo, que iba hecho un lío. Como para dar lecciones de nada, ¿sabes?

¡Muchas gracias, Manel!

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DVD: Ghost World

Al acabar la escuela secundaria,  el hilo conductor de su amistad, dos amigas se encuentran ante su primer verano como adultas. Mientras una busca un trabajo y prepara su emancipación, la otra sigue con la exploración del mundo adulto propia de la adolescencia. En ese último viaje se rodea de un coleccionista de discos antiguos fracasado a nivel emocional, un jubilado que pasa el día esperando un autobús que no existe, un padre que pretende recuperar una relación con una mujer que transporta a la protagonista a momentos malos de la infancia -provocando un sentimiento de abandono que es un síntoma más de que debe echar a volar-, un amigo que trabaja en una tienda por un puñado de dólares sin perspectivas de cambio y su amiga, que aguanta como puede en una cafetería para poder alquilar un piso –que iban a compartir en un principio- para iniciar su vida adulta.

Finalmente su mundo se viene abajo cuando su amiga cansada de esperar le dice que vivirá sin ella. Para colmo, el coleccionista de discos recae en su crisis emocional, su padre le anuncia que vivirá con aquella mujer de nuevo y el anciano logra misteriosamente montar en el autobús. Es el momento de dejar su mundo adolescente y encontrarse a sí misma. Con una pequeña maleta se dirige a la parada del autobús a coger ese línea que no existe sin saber con seguridad a donde la llevará.

Está basada en un comic del mismo nombre.


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viernes, diciembre 19th, 2008

 

Estás castigado

 

Emilio Calatayud es un juez de menores de Granada muy conocido por sus sentencias, dirigidas a corregir la alteración de la convivencia de manera educativa, para que el inculpado sea el protagonista de su propio castigo, que servirá como medio para reparar el daño causado. Por ejemplo, condenó a impartir 100 horas de clases de informática a un joven que había crackeado varias empresas granadinas provocando daños por 2000 €, y a visitar la planta de traumatología de Granada a otro menor por viajar en su moto sin casco.

A veces, cuando las palabras se las lleva el viento y los límites que hemos marcado al adolescente son sobrepasados, el castigo se hace necesario como último recurso para educarle la autodisciplina e indicarle que ha saltado la valla de la zona que le hemos acotado para que ejerza su exploración del mundo adulto.

Veamos un ejemplo: Pasculita está de marchuqui en una discoteca.  Mira el reloj. Las 22:34 horas. Si no se da prisa perderá el bus y no llegará a casa a las 23:00 horas, como había pactado con sus padres. Lo malo es que el ambiente está a tope y parece que  Pascualito por fin se ha dado cuenta de que ella existe y se siente interpelado por las miraditas que lleva lanzándole durante casi un mes. ¿Será cegato? En ese momento, el concepto del tiempo, tan distinto en los adolescentes y en los adultos, le indica a Pasculita que viva el presente, que ya afrontará mañana las consecuencias de lo que pase, y que Pascualito está en la discoteca ahora, en ese momento, y que lo que suceda un minuto más tarde ya es el futuro y está por llegar. Por cierto, uno de los síntomas de abandono de la adolescencia que percibo en mis alumnos mayores es cuando ya no sólo piensan en el momento actual y se preocupan por la nota media y su porvenir. Total que Pascualita apaga el móvil, para simular que no tiene cobertura, y se dispone a vivir “su noche” media hora más.

Mientras, en su casa, los padres de Pascualita comienzan a mirar  el reloj inquietos. Pero no le dijiste que a las once. Pues ya son las once y veinte y esta niña sin dar señales de vida. Llámala al móvil. ¿No lo cogen? Se inicia el ataque de pánico. ¡Ay Dios! ¿No le habrá pasado nada? ¿Por qué no llamas a los papás de Nuria, su amiga? No sé, los vamos a asustar… Ellos harían lo mismo. Venga, llama. Un tono… Dos tonos… Tres tonos… ¿Diga? Buenas noches. Soy Carmen, la madre de Pascualita, que… ¿¡¿Le ha pasado algo a Nuria?!? No hija, no. Es que no sé nada de la mía, que no ha llegado a casa y quería preguntarte si sabes algo, porque no me coge el móvil. ¡Uf! ¡Qué susto me has dado…! Pues la verdad es que tampoco ella ha venido, porque como vosotros dejáis a Pascualita que vuelva a las doce, nosotros hemos decidido hacer lo mismo y aún falta media hora. Perdona, pero yo a mi hija le dije que a las once, no a las doce, y me dice que soy una dictadora, no como tú. (Silencio) Nos están tomando el pelo a las dos. Ya verás cuando vengan. Va a haber más que palabras. Bueno hija, la primera que sepa algo que llame, que yo no me duermo hasta que oiga la llave.

A eso de las doce Pascualita abre la puerta. Como ahora su presente consiste en afrontar una bronca,  ahora sí está arrepentida y preocupada, no como en el pasado (una hora y pico antes). Como agravante en el juicio, apesta a tabaco, le brillan los ojos y teme llevar un chupetón en el cuello. Está condenada de antemano y preparada para recibir una sentencia inapelable.

El primer impulso de sus padres al verla aparecer tan ufana por el salón es montarle a Pasculita un pollo de una escala de 20 sobre 10, dejarla sin salir los fines de semana hasta que las ranas crien pelo, suspender la paga por los siglos de los siglos y organizar un auto de fe, junto a otras familias, para icinerar la discoteca con los dueños dentro. Sin embargo los padres de Pascualita se tragan con resignación los impulsos que les pide el cuerpo y optan por mandar a la interfecta a dormir, que por la mañana será más fácil dialogar. Cuando la pareja se encuentra a solas llega el momento de ponerse de acuerdo en las medidas a tomar, para que su hija se tope al levantarse con un frente común infranqueable.

Ambos adultos tienen claro que el castigo debe ser proporcionado, que no afecte a  las necesidades básicas ni de ella ni del resto de la familia, que tenga relación con una pérdida de premios o privilegios y que sea temporal (descartando así la reclusión perpetua propuesta por papá). Veamos, ¿qué perjucio ha causado a la familia al llegar tarde? Nos hemos puesto nerviosos, hemos dormido menos, hemos molestado a la mamá de Nuria… Además, ha fumado y bebido, que es malo para su salud… Bueno cariño, eso mejor lo hablamos otro día, para no mezclar los problemas. Sí, pero también se ha perjudicado a sí misma al no respetar los límites que acordamos con ella.

A la mañana siguiente Pascualita acude a desayunar con el semblante del quien va a ser guillotinada. Se sienta frente a la taza del desayuno y se resigna a escuchar el vedericto. Hija, a causa de tu retraso hoy hemos dormido menos horas, por lo que tu madre y yo nos acostaremos hoy más pronto para recuperarnos. El sábado que viene nos tocará a nosotros relajarnos, así que tú cuidarás de la casa y de tu hermana. ¡Ah! Y mañana sería conveniente que prepararas tú el desayuno, que lo mismo estamos remolones. La madre añade otro detalle: Por cierto tienes que llamar a la mamá de Nuria para disculparte por el susto de ayer.

 

Pascualita observa a sus padres y les pregunta si eso es todo lo que le espera. No, nena. Ahora te toca a ti. También tú has perdido algo. Tenías unos límites marcados que no han funcionado, por lo que tienes que hacer reforma. Ya sabes, tirar algún tabique y levantarlo de nuevo. En el tabique agrietado ponía “Regreso a las 23:00 horas”. Cuando levantes el nuevo, de las 22:30 horas, debes ser más cuidadosa con él para ver si resiste tus golpes. Luego, si ves que vuelve a ser resistente, te puedes plantear reconstruir el de las 23:00 horas.

Podemos equivocarnos, por supuesto. A veces encontrar un castigo proporcional y reparador es una labor ardua y difícil, pero vale la pena. También conviene decirle que esos tabiques, esos límites, están ahí para evitar unos riesgos cuyas resultados el adolescente y los padres desean evitar, como abuso de las drogas, alteración del sueño, problemas académicos, embarazos no deseados, accidentes,  encuentros con delincuentes, etc. Por eso es tan importante que en la adolescencia los límites estén muy claros desde el principio, así como las consecuencias derivadas de su incumplimiento.

Decía Rabindranath Tagore  que “Sólo puede castigar quien ama”. Ojalá nunca olvidemos esa premisa tan importante que es educar desde la afectividad.

Antonio Javier Roldán

 

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Víctor Ullate

Biografía: Wikipedia

Web: Oficial

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

Cuando me fui a Cannes a bailar a la fiesta de fin de curso de la escuela de Rosella Hightower con la hija de María de Ávila. Tenía 13 años y fue la primera vez que salía de mi casa solo. Me sentí mayor por primera vez.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

Me daba miedo, era un mundo desconocido y no sabía lo que me iba a encontrar, lo que me iba a deparar la vida, ni las personas que iba a encontrarme, si me iban a ayudar o no. Pero tenía sobre todo muchas ganas de triunfar.

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

Yo jugué bailando, bailaba dentro de la escuela y fuera, siempre. Me hubiera gustado quizá jugar más con otros niños, pero mi madre no me dejaba por si me lesionaba. Pero bailar era realmente lo que a mí más me gustaba.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

Yo vivía en mi mundo de fantasía e ilusión, era introvertido, no me comunicaba mucho con ellos.

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

No, lo quería era crecer más, estaba obsesionado con crecer. La danza me daba buen aspecto físico, por lo que no me preocupaba por ello, pero sí me hubiera gustado ser más alto.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

Mi imagen de entonces era cuidada, pero sin más, era bastante despreocupado en ese sentido, y las marcas me daban igual, nunca le di importancia. Era otra época, con un par de camisetas de quita y pon y poco más.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

No, ni fuera, ni dentro, lo típico “ten cuidado”, entonces era tabú el sexo, te hablaban de “la semillita”, era lo único que te decían, y que “el beso era pecado”.

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

Escuchaba las músicas que me tocaba bailar, casi siempre clásicos de varios estilos. Sigo escuchándolos, y los temas de las coreografías que preparo, ritmos de otras culturas; además me encanta Lisa Gerrard.

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

No, tenía unos padres que me comprendían muy bien, creyeron en mí y gracias a ellos pude realizar mi sueño.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

Sí, claro, le das importancia a lo que la tiene, te vuelves más permisivo, más generoso, más comprensivo. Durante la juventud, piensas más en ti, y más tarde piensas más en los demás, y compruebas que una sonrisa vale más que todas las demás cosas.

¡Muchas gracias, Víctor!

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Web: “Lo estoy dejando”

La web “Lo estoy dejando” es una iniciativa de la Asociación Española Contra el Cáncer y el Ministerio de Sanidad y Consumo para que los adolescentes puedan dejar de fumar o ayudar a terceros que han empezado. No olvidemos que el tabaco es una droga legal y como tal es perjudicial y abre la puerta a otras drogas.

Existen tres zonas en la web: Información (para fumadores, no fumadores que quieren ayudar a terceros y sobre el tabaco), El reto (para ayudar a dejar de fumar en un plazo escogido) y Novedades.

Es muy interesante la zona de “El reto” porque en ella es posible darse de alta para recibir pautas y ayudas de profesionales y de algún nuevo amigo que te ayuda desde Internet.

Es muy curioso darse un paseo por el concurso “Acaba con Piti”, en el que adolescentes de tres categorías por edades nos ofrecen sus trabajos y manualidades a partir de sus reflexiones sobre el problema del tabaco.”


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viernes, diciembre 12th, 2008

 

La libertad al alcance de la mano

 

Érase una vez un canario que vivía muy ufano en su jaula bajo los cuidados de sus dueños, quienes lo alimentaban a base de alpiste tostado con sabor a miel y topping de chocolate, calentaban con microcalefactor vía USB, hidrataban con agua mineral de Sierra Light, distraían con un columpio ISO-Looping -verificado y testado- e inspiraban con una cadena musical que para sí querría cualquier tunero -de tuning, no de tuna.

Poco a poco nuestro amiguito fue sufriendo los primeros síntomas físicos de su adolescencia, más o menos visibles en su plumaje, y empezó a sentir cierto distanciamiento hacia sus dueños. Ya no eran tan perfectos como cuando se topó con ellos al salir del huevo y le entró el síndrome Calimero. Además, la jaula se le estaba quedando demasiado pequeña para poder moverse a sus anchas.

Total, que un día en el que Doña Pepita iba a cambiarle el agua, le soltó eso de “¡Oye vieja, que si no tienes inconveniente, yo me abro! Que uno ya es mayorcito para estar aquí en este cuartucho de barrotes dándole al piquito para que tú lo flipes con mis sonatas“. A Doña Pepita se le vino abajo el mundo y fue a llamar a Don Pepe. ¡Pepe! Que el canario quiere que le dejemos libre. ¡Ah! Y dice que flipo. Ya le toca mujer. Es ley de vida. Déjale marchar…

Una preciosa mañana de primavera las manos temblorosas de Doña Pepita abrieron la puertecita de la jaula mientras que Don Pepe dejaba la ventana de par en par para facilitarle al canario el vuelo. Adiós Piolín, que te vaya bonito. No olvides escribir y si un día te da por traernos los huevitos para irte al cine con tu periquita, sin problemas.

El canario se lanza por la ventana todo osado. Vértigo, sudor frío, mareo… A los pocos segundos se da cuenta de que la más pequeña corriente en la jaula es un huracán tropical fuera de ella. Tras duros esfuerzos, y un dolor en las alas de aquí te espero, logra estabilizarse. Descansa en un banco y contempla, con una mezcla de alivio y añoranza, su casa. Entonces todo se oscurece. El enorme cabezón de un gato le observa fijamente con ojos golosos. Cuando ya se ve en las fauces del visitante inesperado, logra zafarse en un requiebro involuntario que realiza en plena huida tras golpearse con un árbol. ¡Plonc! Casi se despica.

Una vez recuperado de la impresión, sobre la rama del árbol, comienza a buscar alpiste. Nada. Incluso el agua de los charcos sabe a líquido de frenos. ¡Qué asco! Observa a una paloma llevando una lombriz en el pico mientras que un gorrión porta orgulloso una mosca a medio deglutir. Para su sorpresa el alpiste no crece en los árboles, es más, no hay ni rastro de él. ¿Moscas? ¿Gusanos? ¿Qué tipo de mundo es ese?

La noche va cayendo y lo más similar a un hogar que ha encontrado es una lata de fabada asturiana mohosa y pringosa. Poco a poco se va dando cuenta. Ha confundido libertad con autonomía y todavía no estaba listo para dar el salto. Recuerda con morriña aquel intento frustrado de doña Pepita para que volara por el salón o las veces que ella le contaba lo peligrosa que era la calle. Él pasaba de sermones, le “rayaba” todas aquellas cosas que ahora necesitaría. Así que al día siguiente, helado, hambriento y con el pico mustio regresa a su ventana.

Don Pepe le increpa: La jaula está cerrada, Piolín. ¿No demandabas libertad? Pues, nada. Es que los canarios de hoy en día no sabéis lo que queréis“. Doña Pepita le dice con tono severo: “¿Has vuelto? ¡Te lo dije! No sabes vivir autónomo. Menos mal que aquí siempre tienes una jaula y un cuenco de alpiste. Anda pasa, que si no fuera por nosotros…

Nuestro canario ha vuelto a su rutinaria, aunque segura, vida. Eso sí, se dejó la autoestima en el barrizal.

Cuando el adolescente empieza a cuestionar a los adultos que tiene a su alrededor, significa que está comenzando su lentísima emancipación de los padres, los cuales reconocen estos síntomas con una mezcla de añoranza e ilusión. Poco a poco le irán otorgando libertad a ese adolescente que además está poniendo tierra por medio entre él y ellos. No sólo ven como se inicia su independencia, dolorosa e inevitable, sino que además saben que deben colaborar a que esta se lleve a cabo.

La libertad que debe desarrollar el adolescente es un medio para formarse como persona autónoma, capaz de diseñar y llevar a buen término el proyecto de vida que él haya desarrollado desde su educación académica e integral. Al igual que al canario de la historia, hay que enseñarle el valor de las cosas para que comprenda que el primer peaje por su libertad será el esfuerzo. ¿Qué no mantiene limpia su jaula? Pues menos alpiste. ¿Qué el día que toca práctica de vuelo sin paracaídas por el salón este se niega a mover las alas? Pues le depositamos en el suelo y colocamos la jaula en la azotea. ¿Y si llora y patalea? Ya se le pasará cuando tenga hambre y suplique por un curso de vuelo sin motor en fascículos.

A la voluntad le acompañará una adecuada formación intelectual que le permita analizar su propia vida y su entorno con pocos sesgos ideológicos en la mochila que actúen como lastre, conociendo sus propias emociones y motivaciones, y procurando empatizar y aprender de los demás.

El reconocimiento de lo que está bien o mal, a través de los modelos de vida que ha conocido, que no hayan sido inculcados a la fuerza, le ayudará a configurar, con la voluntad y la formación, unos ejes sobre los que dibujar su proyecto de vida. Tan simple y tan complejo a la vez.

 

Aquellos que hayan sido protegidos en la infancia, llegarán a la adolescencia cargados de miedos y carentes de herramientas que le ayuden a ejercer su autonomía. Ser adulto es muy complicado. Por eso los padres y profesores tenemos que ir soltando la cuerda poco a poco para que ellos puedan usar esos destellos de libertad y probarse a sí mismos, ensayando su autonomía, sin olvidar que nuestra obligación es vigilar en la sombra que todo se desarrolle adecuadamente.
Dicho de otra manera: Si al pajarito no le liberamos antes en un jardín bajo nuestra atenta mirada, para que vaya entrenando en un lugar acotado y controlado, mucho me temo que no será capaz de sobrevivir el día que le invitemos a ejercer su libertad.

Antonio Javier Roldán

 

 

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Marwan

Space: Marwanmúsica

Web: Oficial

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

Recuerdo que entre los 11 y 12 años fue cuando comenzó esta etapa para mí. Recuerdo que allí comencé a tener muchos cambios físicos y de personalidad.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

La percibía de un modo muy recortado. La verdad es que siempre fui una persona muy ingenua y, aunque era muy hablador, no emitía ni muchos juicios ni tenía mucha idea sobre la sociedad. Lo que sí recuerdo es que me impresionaban enormemente algunas cosas como cuando descubrí el racismo o el egoísmo de ciertas personas. Yo siempre reaccioné de un modo violento ante ese tipo de cosa. Un error muy grande por mi parte.

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

A mí también hubo un momento en que las consolas me atraían mucho y llegué a comprarme revistas de juegos sin haber llegado a tener nunca una consola. De todos modos, lo que más hice en mi adolescencia fue deporte y salir con los amigos. Me pasaba horas y horas jugando al baloncesto y al fútbol. También iba a pescar con mi padre. Algo que me encantaría es haber leído más libros y mira que mi madre insistía en que lo hiciera.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

La verdad es que algunas veces era buena y otras menos porque me imponían. Siempre me sentí impresionado con los adultos desde que era muy pequeño. Con mis padres si me comunicaba mucho, siempre fueron muy buenos y comprensivos conmigo y atendieron a mis problemas con mucho cariño.

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

Sí, me importaba mucho mi aspecto físico. En ese momento comienzan a gustarte las primeras chicas y a tener las primeras novias y todos queríamos estar guapos y ser altos por lo que nos repeinábamos.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

Iba siempre repeinadito porque quería estar guapo. Siempre le pedía a mis padres que me compraran unos vaqueros así o asá. No llevaba ninguna estética en especial aunque algunos días llevaba estética rap y otros días me ponía todo arregladito pero nunca una estética en general.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

Sí, en el colegio y en otros lugares. Incluso antes de la adolescencia. Nunca me faltó información al respecto.

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

Siempre he escuchado música muy variada. Escuchaba Europe, Bon Jovi, mucho rap, soul americano, pop-rock y muchos cantautores y la verdad es que sigo escuchando de todo y muchas de las cosas que aún escucho son los discos que escuchaba en mi adolescencia.

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

Por supuesto que me he sentido un incomprendido. Millones de veces me he sentido incomprendido, insensato, imprudente e inseguro. Con el tiempo es algo que he superado aunque uno siempre tiene algún momento de incomprensión pero dentro de unos límites razonables.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

La madurez viene poco a poco pero sobre todo de los 16 a los 17 noté en mi un cambio muy grande. Vi que comencé a darle una gran importancia a los valores sociales, al compañerismo, a la solidaridad, a la empatía. A mi alrededor veía mucha falta de compañerismo, de amistad verdadera y a mí me afectaba mucho y se empezó a forjar en mí esa búsqueda.

Cuando recibí por correo las respuestas de Marwan para nuestro test, abusando de su cercanía y amabilidad, le pedí permiso para usar una de las canciones de su último disco “Trapecista”. La canción se llama “Adolescente” y la puedes escuchar en el reproductor que está bajo estas líneas.

¡Muchas gracias, Marwan!

 

Materiales recomendados

 

Libro: Adolescentes: “Qué Maravilla”

Eva Bach Corbacho (Manresa, 1963) es licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona. Maestra, formadora de formadores y escritora, es especialista en desarrollo personal, inteligencia emocional, comunicación y relaciones interpersonales. Es diplomada en Pedagogía Sistémica por el Institut Gestalt de Barcelona y el CUDEC de México.

Forma parte del equipo de programa “Emociones y Desarrollo Personal del Profesorado” de Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya, así como del grupo de trabajo en Pedagogía Sistémica del ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Actualmente se dedica a la formación permanente de profesorado, padres y adultos en general e imparte también cursos para empresas. Es profesora en varios postgrados universitarios y asesora pedagógica en diversas instituciones y organismos públicos y privados.

Autora de numerosos artículos y de diversos libros: “Sedúcete para seducir“; “Des-edúcate“, “Lo más cerca posible“; “E-mociones: comunicar y educar a través de la red” y “El divorcio que nos une“.

Pero Eva tiene uno de esos títulos que no se entregan en ninguna facultad, el de madre de dos hijos de 18 y 14 años. Ese doble papel de pedagoga y madre le permite acercarse al mundo de los adolescentes de un modo muy afectivo y enfocado desde la inteligencia emocional. Para Eva los objetivos de este libro son:

1- Recuperar los valores esenciales y atemporales que nos transmitieron nuestros mayores.

2- Tranquilizar a los padres y madres de adolescentes, ofrecerles un pequeño y modesto reconstituyente anímico para que no se culpen y se angustien tanto, y sean capaces un poco más capaces de mirar a sis hijos/as con buenos ojos y con esperanza.

3- Ofrecerles una serie de mensajes claros, valientes y con corazón, para educarlos conjugando el amor y la ternura con las normas y los límites.

Como dice Eva al comienzo del libro, los adolescentes a veces son una maravilla y otras veces decimos que “vaya maravilla”. El libro es una invitación a afrontar la adolescencia con afecto y ternura, sin olvidar los límites y la autoridad. También es una lectura tranquilizadora para aquellos padres que tienen adolescentes en casa.


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viernes, diciembre 5th, 2008

 

Drogas (II): Alcohol y tabaco

 

Uno de los mayores miedos que tenemos los educadores y las familias es la aparición de las drogas en el entorno del adolescente. Aunque para algunas personas el alcohol y el tabaco están aceptados en la sociedad, son dos drogas legales que suelen ser las primeras a las que tienen acceso los jóvenes. Existen muchas causas relacionadas con el acercamiento a este problema, entre las que están la necesidad de socialización, la presión del grupo, la exploración del mundo adulto o los modelos de comportamiento que diariamente se ven en la familia, en los medios de comunicación o en la propia calle, que se ofrecen como modelo a seguir. Si los adultos fumamos o bebemos, no debe extrañarnos que ellos lo asuman como un rito más de su iniciación. No olvidemos que los jóvenes son el reflejo del mundo que hemos creado.

El alcohol es la droga que más daño está haciendo en España. No es raro que los adolescentes la vean en casa desde muy pequeños asociada a las celebraciones o a las relaciones sociales, por lo que se acercan a ella sin suponer que puede traerles ningún problema. Además existen muchos tópicos que se escuchan por ahí : “Mejora la actividad sexual“, “Te sientes eufórico“, “Parecerás mayor“, “Ayuda a hacer amigos“, etc. La realidad es bien distinta. El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central y se absorbe por el tubo digestivo, produciendo sueño, sedación e incluso coma, atacando primero a la parte del cerebro responsable del autocontrol. Aunque sus efectos dependen del sexo, la masa corporal o las mezclas, generalmente causa pérdida de memoria, problemas sexuales, enfermedades estómacales o circulatorias entre otras.

Los adolescentes beben buscando un placer que difícilmente van a encontrar, mediante el que tratan de huir de una realidad que no les gusta, mejorar sus relaciones, imitar a los adultos, o seguir la inercia marcada por los líderes del grupo para ser aceptado. “Es que si no bebo me van llamar niñato“. Como además se encuentran en una fase de exploración de sus propios límites, les resulta complicado saber en qué momento están abusando de esa droga legal por lo que están sometidos a varios peligros a corto y a largo plazo, incluyendo los accidentes de tráfico.

Tras el alcohol, la segunda droga más consumida en España es el tabaco. El tabaco es una sustancia estimulante, al contrario de lo que pudiera parecer. Lo que pasa es contiene sustancias como la nicotina que crean una adicción y unos síntomas de abstinecia, y al fumar estos desaparecen, dando la falsa impresión de causar una relajación progresiva. La nicotina es la culpable de esa fidelidad al tabaco, pero junto a ella hay otras 4000 sustancias que pueden ser nocivas para el cuerpo, obtruyendo los vasos sanguíneos, provocando problemas circulatorios así como casi todos los tipos de cánceres conocidos.

Se sabe que 90% de los fumadores se inicia en la adolescencia, por lo que es muy importante la prohibición de la publicidad en televisión, vallas o películas. Nuestros jóvenes ven el tabaco en su entorno y conocen sus consecuencias, sin embargo es difícil para un adolescente imaginar que pueda sucederle algo malo dadas su percepción a corto plazo del tiempo y la salud inherente a su edad. Yo he tenido la experiencia de explicar estos temas en mis tutorías y ver a algún alumno llorar por el recuerdo de un familiar que murió por esta causa. Sin embargo esa experiencia no parece suficiente para prevenir su consumo y te enteras cursos más tarde de que está fumando.

Cuando un adolescente termina su cigarrillo o se bebe su mini de calimocho, comprobará que aquellos efectos de euforia-depresión o de falsa seguridad desaparecen poco a poco, volviendo a su estado habitual. Si en el día a día su autoestima, los reforzamientos positivos, la vida escolar, las relaciones sociales y afectivas son normales, no lo echará de menos. Pero si tiene esas carencias se sentirá de nuevo de regreso a ese mundo de preocupaciones y dudas, por lo que deseará volver a tomar esa droga que le permitía huir de la realidad.

Por eso es muy interesante abordar el problema desde la personalidad del adolescente, entregándole herramientas en forma de habilidades sociales, apoyándole en la construcción de su personalidad y autoafirmación -para no depender del grupo y saber decir “No”-, enseñándole a afrontar los reveses de la vida como un proyecto más y fomentando un comportamiento asertivo equidistante entre la agresividad y la pasividad. En cuanto a la información, sería conveniente que está fluyera en dos aspectos complementarios. Por un lado es necesario explicarle los riesgos del tabaco y del alcohol, haciendo hincapié en aquellos que afectan a lo que más “le duele” -su imagen hacia los demás- ya que, como decía antes, las enfermedades más graves él las percibe como demasiado lejanas en su esquema temporal. ¿Cómo será tu aspecto físico si bebes? Dientes amarillos, mal olor, ojos irritados, etc.

Junto a los efectos nocivos de estas drogas no debemos olvidar descubrirle las ventajas de no tomarlos, como el ahorro económico, la no dependencia, la madurez mostrada ante el resto del grupo, la capacidad para rendir en el deporte, la percepción total del entorno que está descubriendo, etc. Por eso es más útil enseñarle a vivir sin muletas desde pequeño que explicarle los problemas derivados de andar por la vida con ellas cuando ya las está usando.

(Para más información puedes visitar la web de la FAD).

Antonio Javier Roldán

 

 

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Rosa Regás

Web: Oficial

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

No tengo ni idea, pero supongo que sería hacia los 15 años.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

Estaba interna en un colegio desde los dos años,(primero en Francia y luego en Barcelona), salíamos muy poco y no conocía a nadie más que a las niñas de mi colegio, así que la sociedad para mí era la familia que el Tribunal de Menores había decidido que fuera la mía, y no me gustaban, la verdad.

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

Leer y ensayar alguna obra de teatro. Jugar, y redactar una revista de consumo limitadísimo.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

En general buena en el colegio, mala fuera de él. Mi situación familiar no daba para más.

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

Me importaba, pero no en exceso. Ni entonces ni más tarde creí que las pinturas y los trapos pudieran embellecer a nadie.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

Una chica delgada y alta, con el pelo pelirrojo y muchas pecas, largas tranzas y un aire un tanto despreocupado. Me gustaba ser así.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

Ninguna de ningún tipo.

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

Estudiaba bachillerato y hacía la carrera de piano, o sea que mi música era siempre clásica. La que sigo escuchando hoy.

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

Llegué al colegio a los cinco años hablando sólo francés, luego fui aprendiendo español, catalán e inglés. Pero nunca creí que no me entendieran por culpa del idioma. Estaba convencida que cuando no me entendían era por algo más profundo: éramos distintos o distintas.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

Todos: morales, éticos, sentimentales, de convivencia, todos absolutamente todos.

¡Muchas gracias, Rosa!

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DVD: The Breakfast Club

Cinco adolescentes de una High School americana deben pasar un sábado encerrados en un colegio como castigo por alguna incidencia transcurrida a lo largo de la semana. Aunque es posible que se conocieran de vista es la primera vez que van a convivir juntos, en un edificio desierto bajo la vigilancia de un profesor que se siente escéptico de su profesión y que convierte su desencanto en odio hacia los propios alumnos.

Los cinco jóvenes representan a cinco estereotipos de la adolescencia que pugnan por abrirse camino en una sociedad que les cataloga desde niños. Lo que comienza como un encuentro fortuito entre personas que no tienen nada en común, desemboca en una auténtica terapia de grupo en el que siembran lo que puede ser el inicio de una futura relación.

John es un alumno que proviene de un hogar muy problemático, con pocos horizontes y conflictivo. Desafía constantemente al profesor, hasta que este le dice, de forma cruel, que algún día acabará en la cárcel. Parece ser que su castigo viene motivado por activar la alarma de incendios.

Claire es la “Barbie” del colegio, una niña consentida y mimada. Vive pendiente de su imagen, dispone de dinero y percibe el castigo como una humillación para su reputación. Todo apunta a que hizo novillos para irse de compras.

Andrew es el atleta. La obsesión de su padre es que triunfe como no lo pudo hacer él. Está en el colegio un sábado por gastar una broma humillante y cruel al compañero más débil en el vestuario. Su cuerpo simboliza su fuerza y estatus en el colegio.

Brian es el empollón. Toda su vida se le ha inculcado la perfección académica y marcado un camino del que no puede escapar. Ha sido castigado por traer una pistola de bengalas a clase. Ante los otros dos chicos finge ser más experimentado en temas de su edad, con poca suerte. Durante la charla con sus compañeros demostrará que su vida no es tan perfecta y que se siente muy perdido.

Allison es una marginada en el colegio, de imagen desaliñada y algo siniestra. Durante el castigo sufrirá una transformación a manos de Clair. No parece claro el motivo de su castigo, aunque todo apunta a su facilidad para mentir e imaginar historias.

La película es todo un referente dentro del amplio catálogo de títulos sobre temática adolescente rodados en los años 80. Es todo un ensayo sobre los sueños y frustraciones de la juventud de aquella época.


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viernes, noviembre 28th, 2008

 

Esta vez va en serio

 

Existen muchas personas que se han marcado una meta en la vida y que han cultivado su voluntad para lograrla. Suelen ser gente que cree en los sueños y que está dispuesta a poner a prueba sus propias barreras mentales y físicas para pelear por hacer de sus deseos una realidad. Personas que planifican sus objetivos, se sacrifican al máximo, priorizan sus necesidades, buscan ayuda si desfallecen y hacen de la caída el primer paso para coger más fuerza. A veces me topo con alumnos que suspenden conmigo las matemáticas y que me miran fijamente a los ojos, con esa mezcla de rabia y orgullo herido que tanto me gusta, y me dicen que van a recuperar la materia tan seguro como que el orden de los factores no altera el producto. En esos momentos les suelo responder algo del tipo “si sacas sobresaliente te autorizo a restregarme el boletín de notas por la cara” o “si lo consigues te invito a lo que quieras en las Fiestas del Colegio“. Luego, claro, alguno viene muy contento en las Fiestas y me dice eso de “Profe, me debes un perrito mixto con Coca Cola“. Y yo voy y pago como un señor, dejándome sin blanca, pero más feliz que un ocho.

Para aquellos otros que se meten en su concha de caracol ante el “Everest matemático” y me dicen que con 13 años, sanotes como manzanas y sin más obligación que el estudio, se ven incapaces de vencer a mi asignatura, les voy a contar una historia real, que alguna vez he usado en mis tutorías, pero que ellos por su edad no conocieron de primera mano. Es la historia de Javier Otxoa Palacios.

Javier y su hermano Ricardo eran dos grandes aficionados al deporte que desde su nacimiento tuvieron la mala suerte de padecer problemas de bronquitis asmática, una afección que hoy en día quizás tuviera mejor pronóstico, pero que por aquel entonces obligó a la familia a buscar un clima más cálido en Málaga. Allí, afortunadamente, pudieron escoger un deporte para practicar entre una gran variedad. El elegido fue el ciclismo, en parte gracias a la afición de su padre a salir con la bicicleta a hacer cicloturismo. A pesar de su corta edad aguantaban bien el ritmo de los mayores por lo que su dedicación fue aumentando poco a poco, compitiendo y entrenando hasta llegar a equipos profesionales.

Los adultos recordamos a Javier ganando una histórica etapa del Tour de Francia el 10 de julio de 2000, por delante del campeón Armstrong, quizás el mejor ciclista de la historia.

El 15 de febrero de 2001, los dos hermanos se encontraban en Málaga entrenando con la bici cuando un coche les atropelló con nefastas consecuencias. Ricardo falleció en el acto y Javier quedó gravemente herido, con parálisis cerebral, tan compleja que los propios médicos dudaron sobre si era conveniente desconectarle de las máquinas que le mantenían con vida. Incluso en el caso de sobrevivir, quedaría inválido en una cama o en una silla de ruedas. Pero Javier optó por luchar y vivir. Su cuerpo de deportista le ayudó a subir el puerto de montaña más alto de su carrera, quedando con secuelas físicas y neurológicas para siempre. No recordaba nada del día del accidente, olvidó leer y escribir, sufría jaquecas y dolores, y necesitaba alguien junto a él todo el día. Lo pasó mal, muy mal, pero decidió seguir adelante.

Comenzó una nueva vida, justo en el punto donde quedó la anterior. Escogió la bicicleta, el sueño cumplido, y le pidió un esfuerzo más a su convaleciente voluntad, esa que a veces guardamos en el rincón de las excusas infantiles mientras tiramos por el camino fácil. Empezó desde cero, tanto que con volver la cabeza hacia atrás perdía el equilibrio. Hizo rehabilitación durante mucho tiempo, le echó horas y logró adaptar su cuerpo de nuevo a la bicicleta. Entonces ocurrió: lo inesperado: Año 2003, Campeonato de Europa paralímpico y medalla de Oro en la contrarreloj individual y de plata en persecución en pista en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004. Este verano volvió con la de oro en la modalidad de contrarreloj individual y la de plata en fondo en carretera en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008. Admirable.

A Javier le robaron su vida y supo levantarse desde los escombros de la anterior. ¿Qué mejor definición de voluntad que su ejemplo?

Así que para mis alumnos, esos que están en la flor de la vida y que dudan si coger al toro, a las mates o a cualquier otra materia o bicho, por los cuernos, recordarles que ellos no forman parte de los 50 millones de niños que no se registran cada año al nacer y que legalmente no existen, ni están entre los 250 millones que trabajan en vez de ir al cole, ni sufren esclavitud, matrimonio forzoso, mutilación, guerras, violencia o abandono. Además, están vivos, más que nunca, y acompañados por sus familias y profesores para iniciar un viaje maravilloso hacia la libertad a través del estudio. Por lo tanto, el día de las notas, estaré esperando en el pasillo del cole a que alguno de ellos me miré a los ojos con la fiereza de un tigre a régimen de alpiste light y me diga eso de: “Profe, esta vez va en serio. Me voy a poner como una fiera con los dichosos polinomios y le voy a sacar un sobresaliente que me va a tener que comprar todo el kiosco de los perritos calientes. Por estas“. Entonces yo le devolveré otra mirada felina, directamente proporcional a la suya, y le responderé que “cuando quieras y como quieras, valiente“.

Estamos citados para entonces, chaval. Tú, yo y tu voluntad.

Antonio Javier Roldán

 

Colaboraciones

Carta a mis padres

Queridos papá y mamá:

Quería daros las gracias por las muchas cosas que me habéis dado, por todo lo que habéis hecho por mí desde que nací. Quiero que sepáis que os quiero muchísimo aunque casi nunca lo diga. Quiero que entendáis que en esta etapa en la que estoy es muy complicada porque te abarcan muchos pensamientos a la vez y es imposible tener las cosas claras. Hay tantas cosas por decir, tantas cosas por hacer, pero solo hay dos palabras para expresar lo que siento: Os quiero y lo siento. Pero aun así no es suficiente porque como agradeceros que me hayáis dado la vida. Bueno espero que me perdonéis si alguna vez os he hecho enfadaros o poneros tristes y aunque puede que esto me porte mal tened presentes esto porque es lo que de verdad siento.

Papa y mama os quiero.

Ana Terrón Ruiz (13 años)

Puedes enviar tus reflexiones, poesías o artículos sobre la adolescencia para que se publiquen en “La pavoteca” enviando un correo electrónico.

 

 

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José Manuel Calderón

Biografía: Wikipedia

Web: Oficial

1.Pregunta de Matemáticas: ¿A qué edad recuerda que se inició su adolescencia?

A los 13 anos. Me fui a 800km de casa para jugar a baloncesto.

2.Pregunta de Ciencias Sociales: ¿Cómo percibía entonces la sociedad que estaba descubriendo?

Era algo nuevo pero muy interesante, tuve que descubrir muchas cosas en muy poco tiempo.

3.Pregunta de Tecnología: Hoy en día muchos adolescentes se sienten fascinados por las consolas, los ordenadores, los móviles… ¿En qué empleaba usted su tiempo libre?

Lo mío era muy fácil, sobre todo en jugar a baloncesto.

4.Pregunta de Lengua: ¿Cómo era su comunicación con los adultos?

Creo que buena, aunque está claro que a mis padres tenía que escucharles y hablarles mucho.

5.Pregunta de Educación Física: ¿Le importaba mucho su aspecto físico?

No realmente, sólo disfrutaba haciendo deporte.

6.Pregunta de Educación Plástica: En la adolescencia procuramos escoger nuestra ropa según la imagen que queremos transmitir a los demás. ¿Cómo era su imagen entonces?

La de un chico normal, casi siempre deportiva.

7.Pregunta de Ciencias Naturales: ¿Recibió alguna información sobre educación sexual o prevención de drogas fuera del entorno familiar?

Sí, de los entrenadores y tutores que estaban encargados de mí.

8.Pregunta de Música: ¿Qué tipo de música o artistas escuchaba en su adolescencia? ¿Los sigue escuchando?

Siempre me ha gustado todo tipo de música.

9.Pregunta de Idioma extranjero: ¿Sintió alguna vez que nadie le comprendía?

No.

10.Pregunta de Religión/Ética: Al llegar a esta etapa de la vida, ¿hubo algún cambio en sus valores o principios?

Sólo que eché de menos a mi familia, que son muy importantes en tu vida.

¡Muchas gracias, José Manuel!

Materiales recomendados

 

Web: “Sociedad Española de Medicina del Adolescente”

La Sociedad Española de Medicina del Adolescente nació en 1987 como sección especializada de la Asociación Española de Pediatría, y bajo el impulso del Dr. Blas Taracena del Piñal, su fundador y primer presidente. Su objetivo es conseguir una atención a la salud integral de los adolescentes para lo cual no se conforman con la actividad terapéutica, sino que quieren incidir en la sociedad para que se desarrolle una verdadera actividad preventiva.

Tanto para familias, jóvenes y educadores dispone de bibliografía recomendada así como de varios artículos de consulta a los que se puede acceder en formato pdf.

Como la página pertenece a la SEMA encontramos en ella diversos enlaces sobre educación para la salud, vacunas, dermatología, ginecología, alimentación, drogas-tabaco y sexualidad entre otros. Especialmente útil puede resultar el directorio de enlaces para padres y el de publicaciones dirigidas al adolescente en el que se encuentra información sobre sexualidad, internet, tatuajes y piercing, técnicas de estudio o la primera regla.

Índice

  1. Padres.
  2. Jóvenes.
  3. Artículos.
  4. Agenda.
  5. Enlaces.
  6. Publicaciones.
  7. Congresos y otras asociaciones de adolescencia.


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